Por: Quetzal Herrera

Diversas circunstancias en la política a nivel local y nacional nos hacen pensar en que quienes en verdad estén suspirando por un candidatura al Congreso del Estado y a la Cámara Baja del Congreso de la Unión, deberán estar considerando olvidarse de hacer sus “amarres” en nuestra entidad, pues varios partidos han dejado ver que como consecuencia de un importante número de alianzas que habrá, será en el centro del país donde se les dé el visto bueno; y es normal si consideramos también la importancia que reviste para el partido en el poder, Morena, retener parte del Poder Legislativo Federal y así continuar con los planes cuatroteístas de este Gobierno federal.

De entrada la alianza que estarán conformando el partido del Presidente, el PT y el Partido Verde, deja de manifiesto que aún con la incorporación de José Ramón Enríquez a las filas morenistas, nada está escrito, pues más allá de lo que haya podido acordar con Ricardo Monreal para hacer este movimiento, hay quienes pudieran tener más peso en la toma de decisiones, por lo que de concretarse que estos institutos vayan en equipo, serán los líderes nacionales quienes determinen la forma de repartirse el pastel, las 19 posiciones en juego, 15 en lo local y cuatro en lo nacional, y quien en realidad tenga buena ascendencia con sus dirigentes, será el grupo que más espacios vaya a ostentar, porque incluso en el caso de los “morenos” en el ámbito duranguense, no hay organización plena entre sus militantes.

En el caso del Partido Revolucionario Institucional, en palabras de su dirigente, Luis Enrique Benítez Ojeda, cabría la posibilidad de una alianza con el Partido Acción Nacional solo en lo que respecta a las candidaturas a las diputaciones federales, y de aterrizarse esa alternativa serían los propios Alejandro Moreno y Marko Cortés, quienes definan esas posiciones, desde luego en ambos casos existen perfiles con posibilidades reales de competir, pues si la intención es debilitar el poder que hasta ahora ha tenido López Obrador en la Cámara Baja, esta unión parcial pudiera darles buenos dividendos, pero desde luego se habrá de requerir una decisión acertada por parte de las cúpulas.

En el caso de Movimiento Ciudadano, el crecimiento que pudiera tener en las próximas elecciones también dependerá de la ruta que su líder, Dante Delgado, quiera darle, pues con la salida del expresidente municipal tendría la posibilidad de generar las condiciones para que personajes como la regidora Paulina Monreal tengan la oportunidad de demostrar su potencial dentro de un proceso electoral; la Edil ha levantado la mano con trabajo y sobre todo con decisiones más apegadas a la coherencia personal y social, más allá de decisiones políticas, pues la nueva forma de hacer proselitismo es justamente ese, hacer valer lo que está bien y mantenerse.

Hemos dicho en otros espacios que las alianzas entre personas serán también una nueva modalidad en los próximos procesos electorales, pero a pesar de que tendría que existir participación a través de los partidos políticos, la tripleta que se ha venido manejando que pudieran trabajar en equipo, Julián Salvador, Nacho Aguado y Cristhian Salazar, también estarían dependiendo de lo que se defina entre las cúpulas de los partidos que pudieran representar, y aquí la ventaja que existe es que en los tres casos hay buenas relaciones con quienes comandan los nuevos partidos, y ello facilita los acuerdos para determinar los espacios; un trabajo en equipo con estas características también pudiera generar buena presencia electoral.

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