Por: Quetzal Herrera

Cada día avanza más la posibilidad de que el regreso a clases presenciales se concrete a partir del próximo 30 del presente, a pesar de que nos encontramos en la tercer ola de contagios a nivel nacional, y en el caso de nuestro estado, considerando que ayer se obtuvo el registro récord con 423 casos positivos y cinco defunciones, por lo que se hace necesario aplicar la congruencia tanto de las autoridades como de los propios padres de familia, quienes por un lado han externado manifestaciones en contra del regreso, pero sigue una alta movilidad social en la entidad.

En el caso de las autoridades federales, me parece que la congruencia debería de partir bajo la primicia de que también se pueda considerar a los menores para que reciban su vacuna, pues la exposición que tendrán será elevada, y se convertirán en un grupo vulnerable de contagios y transmisión del virus, aunado a que la dosis que se le aplicó al personal docente, la Cansino, ha sido la propia farmacéutica quien ha señalado la importancia de que haya una segunda dosis de refuerzo, por lo que habría cierto riesgo también para maestros y desde luego el personal administrativo de las escuelas, si bien en el registro dado a conocer en el estado, quienes recibieron este biológico han sido los que menos han presentado el virus, no están exentos del contagio en el regreso a clases.

Por otra parte, ha existido también una crítica, muy válida desde luego, a los padres de familia que se han manifestado en contra de las clases presenciales, pues esta relajación social, que precisamente hoy nos tiene en este incremento de contagios, es porque no se mantuvieron las medidas preventivas cuando estuvimos en semáforo verde, y los menores que hoy regresarían a las aulas sí anduvieron en eventos familiares, vacaciones y recorriendo parte del comercio local, por lo que sí sería incongruente hoy pensar que los menores solo se podrían contagiar en la aulas, cuando el riesgo lo han tenido en todo momento, en la movilidad de la que hablamos.

Me parece que las autoridades no le están otorgando a la educación pública ninguna alternativa para que pueda quedar a criterio de los padres de familia de llevar o no a sus hijos a clases presenciales, como ocurre en las escuelas privadas, y más aún cuando la secretaria de educación a nivel nacional, Delfina Gómez, ha señalado en la “mañanera” de ayer, que los alumnos deberán llevar un documento firmado por los padres donde se da el consentimiento para que los menores acudan a las aulas, creo que es otra incongruencia porque al no tener alternativa, la federación sede la responsabilidad a los padres de familia, cuando la instrucción está dada.

Ahora bien, se habla únicamente de lo que ocurrirá en las escuelas, pero cabe señalar que la gran mayoría de los menores, solos o junto a sus padres, tienen que usar el transporte público para llegar a sus instituciones, lo que implica otro riesgo no menor, pues los camiones no creo que respeten el porcentaje de usuarios para evitar contagios, ello convierte más vulnerables a quienes tengan que hacerlo de esta forma, por mucho que en el ingreso a las escuela se llevan a cabo los protocolos, si en el transporte no hay orden, pues todo sería en vano, y sería otra incongruencia de este pretendido regreso a clases presenciales.

Twitter: @Quetzalh