Por: Quetzal Herrera

La mejor manera de atentar contra la democracia en nuestro país, y deshacer a pedazos lo poquito que queda de credibilidad en algunos ciudadanos que salimos a emitir nuestro sufragio, es lo que ocurrió recientemente en el Congreso del Estado de Baja California, donde con 21 votos a favor y una abstención, diputados aprobaron de manera secreta una modificación a la Constitución política local para extender el periodo del próximo gobernador, Jaime Bonilla, de dos a cinco años, contrario a lo plasmado en una reforma electoral del 2014, en la que se puntualizaba que para la elección de este año, quien resultara electo jefe del Ejecutivo estaría en el cargo hasta el 2021; acción que los sinvergüenzas legisladores locales de aquella entidad literal se pasaron por “el arco del triunfo”, sobre todo la mayoría de Morena y del Partido Acción Nacional, a quien por cierto los nueve representantes de este instituto pronto saldrá expulsados, según lo manifestó el dirigente nacional blanquiazul, Marko Cortés.

Estos diputados con su acción han dejado una muestra de lo que es la antítesis de la democracia, y desde luego se les ha señalado que establecieron algún tipo de acuerdo para aprobar dicha iniciativa, pues resulta más que obvio por un lado la prácticamente unanimidad y la nula discusión cuando se sometía al pleno; incluso es tal la gravedad que ha sido de los pocos temas que el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, no ha querido abordar, pues el día de ayer en su clásica «mañera» una reportera le cuestionó y sólo se limitó a decir que no tocaría el tema, pues serían otras instancias las que habrán de resolver; raro que no le haya querido entrar, a pesar de ser Jaime Bonilla el candidato de Morena en dicho estado fronterizo.

Por otro lado, éste será un tema que suba de tono la discusión en cuanto a la homologación de las elecciones, con el propósito que no haya casi cada año procesos en los estados; en Baja California ya se había discutido y el Gobierno que entrará el 1° de noviembre estaba ya estipulado que se homologaría con las elecciones federales del 2021, pero no se contaba con la astucia de estos diputados “aniquiladores de las Leyes” para tratar de extender un mandado por el cual los ciudadanos no votaron. Ojalá las instancias legales correspondientes le corrijan la plana al Congreso bajacaliforniano, y se pueda evidenciar a quiénes están tratando de hacer una “Ley de Herodes” al estilo fronterizo.

El tema de la homologación está cada vez más de moda en los círculos políticos en todos los niveles de Gobierno, incluso es de los principales reclamos de la sociedad; en el caso de nuestro estado durante dos años seguidos tenemos proceso y al siguiente no, y así se repite; por ejemplo hubo proceso en 2018 y 2019, el próximo año no habrá pero regresamos en el 2021 para elegir a diputados federales y locales, y en el 2022 de nuevo para elegir gobernador y presidentes municipales. De tal forma que sí es necesaria la homologación, claro siguiendo los procesos legales, no como estos legisladores bajacalifornianos sinvergüenzas.

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