Por: Quetzal Herrera

 Luego de que existió un solo registro para la dirigencia estatal del Revolucionario Institucional, finalmente ayer, y luego de algunos días de retraso debido al cambio en el semáforo epidemiológico, Arturo Yáñez Cuellar y Rocío Rebollo Mendoza asumieron el cargo de presidente y secretaria general, respectivamente, del tricolor, por lo que lo que se vislumbra en el camino que habrán de recorrer algo “empedrado”, pues incluso antes de asumir la responsabilidad partidista ya debieron estar previendo lo que ocurrirá por ejemplo en el Congreso del Estado en la próxima legislatura, y ellos junto a los dirigentes del PAN y PRD deberán estar diseñando la ruta a seguir para lograr consolidarse como una fuerza en alianza, desde hoy y hasta el proceso del próximo año.

Desde luego tanto Arturo como Rocío tienen amplia experiencia en la grilla duranguense, por lo que junto al coordinador, Ricardo López, y el “colmillo” de los legisladores electos como Ricardo Pacheco y Luis Enrique Benítez, será interesante ver el desempeño que tendrán en la próxima legislatura, aquí es donde entrará el oficio de la nueva dirigencia tricolor, trabajar hacia un mismo lado deberá ser la prioridad desde ayer que rindieron protesta, máxime cuando no tendrán en sus manos el primer año de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Poder Legislativo (Jugocopo), y en ese sentido el reparto de las comisiones legislativas será lo inmediato en lo que estarían trabajando, primero para que la alianza logre encabezar el mayor número de espacios, pero sobre todo las que son más importantes y con juego político.

Si bien existe un equilibrio en la nueva dirigencia del PRI, entre la capital y La Laguna, Yáñez Cuellar y Rebollo Mendoza saben de la importancia que tienen todos los municipios para el 2022, cuando se renovará la totalidad de los ayuntamientos del estado, por lo que otra ruta de trabajo estará encaminada a fortalecer a los liderazgos en cada región, pues no pueden poner en riesgo el proceso con una mala selección de abanderados, según los que les corresponda luego de la distribución que habrá con los otros partidos de la alianza, porque supongo que el objetivo no solo será obtener el triunfo en la gubernatura, sino también en las alcaldías.

Los últimos días se pudo observar que Arturo Yáñez estuvo acompañando al dirigente saliente, Rubén Escajeda, a las reuniones que sostuvo con Verónica Pérez del PAN y Miguel Ángel Lazalde Ramos del PRD, aun así creo que la nueva dirigencia del PRI llega en un momento de avance en las negociaciones, por lo que deberán no solo retomar lo ya acordado, sino mejorar y perfeccionar la relación, pues aunque muchos piensan que la alianza podría no darse para el próximo año, que no es descabellado si no se define quién será el candidato al Bicentenario, me parece que a nivel nacional está muy consolidada y se mantendrá, pero sin duda requerirá de mucha labor en tierra, que en este momento, quizá por la ola de contagios, no se ha explorado del todo por parte de los partidos, son contados los aspirantes que sí andan en recorridos, y no solo se le apuesta a las redes sociales.

Luego de la gubernatura, sin duda los municipios de Durango, Gómez Palacio, Lerdo y Santiago Papasquiaro, serán clave si es que el objetivo es gobernar al mayor número de población. Es decir, la tarea y el trabajo que se vienen para Cuellar y Rebollo implicará arduo trabajo, que se verá reflejado en las urnas en el 2022.

Twitter: @Quetzalh