Por: Quetzal Herrera

Desde luego que no es obra de la casualidad que algunos gobernadores de la llamada Alianza Federalista ya expresaron su interés de adquirir por separado las vacunas que ya empiezan a circular en el mundo contra el Coronavirus, y es que las dosis que en el caso de nuestro país habrán de distribuirse coinciden con las fechas del proceso electoral del 2021, situación que más allá de lo ajeno que pudiera estar el Gobierno Federal, para atender el tema de salud, la polémica que ha surgido es en torno a que también vaya a ser la bandera electoral del partido en el poder para lograr la mayoría en el Congreso de la Unión, así como las gubernaturas en juego.

Precisamente este día, los miembros de dicha alianza están convocados en el estado de Tamaulipas para determinar la acción que van a implementar bajo el argumento de que no están en contra de la vacuna que habrá de adquirir el Gobierno Federal, pues tan solo se trata de apoyar a nuestro país a salir lo antes posible de esta pandemia; postura que desde luego se agradece si hablamos de la intencionalidad sanitaria ante la urgencia que tiene el sector médico de que el número de casos positivos disminuya y se evite ya la saturación en la que se encuentran los centros hospitalarios, pero también se podría asumir que es para contrarrestar lo que en estos días se ha comenzado a señalar a la administración federal, de querer sacarle “raja política” a una situación de emergencia en la que nos encontramos.

Algo similar señalamos en su momento durante la campaña del todavía Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien previo al proceso electoral del 3 de noviembre, estuvo buscando a toda costa que los laboratorios aceleraran sus procesos de investigación y pruebas, así como a las áreas sanitarias del vecino país para que iniciara la distribución y aplicación de la vacuna, pues sabía que eso habría de representar un importante impulso en las urnas para mantenerse cuatro años más en la Casa Blanca, suceso que no se dio y fue hasta después del proceso cuando por lo menos tres farmacéuticas comenzaron a anunciar lo exitoso de sus investigaciones.

Hay que decir por otro lado, que cualquier otro partido en el poder, de cualquier color, tendría los mismos escenarios que hoy se le presentan a López Obrador y a su partido, pues esta administración de ninguna forma generó que todas las farmacéuticas tuvieran como fecha para la distribución y aplicación de la vacuna a nivel mundial prácticamente el primer semestre del 2021, coincidiendo con las fechas de la elección en nuestro país el próximo 6 de junio, por lo que la oposición, a través de las y los candidatos, deberán estar exigiendo que no exista en ningún momento ese sesgo político a una necesidad primordial para salvaguardar la salud de las familias mexicanas.

Ahora bien, suponiendo que los gobernadores de la Alianza Federalista cuentan con los recursos suficientes para adquirir la vacuna, será importante ver la postura del Gobierno Federal, pues sabrán que estarían cediendo el “as” que pueden tener bajo la manga, y de negarse López Obrador a que se haga esta compra, a pesar de la aprobación que ha manejado la Cofepris, me parece que políticamente los jefes de los ejecutivos estatales estarían soltando una andanada de críticas hacia el Presidente, lo que podría redituar en contra también para su partido; por eso hoy es un día clave en este tema.

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