Por: Quetzal Herrera

Si la escasa oposición que hasta hoy se manifiesta en nuestro país no aspira a unir fuerzas, alejados de ideologías políticas que sólo los divide nunca se podría aspirar a que exista ese contrapeso, que de manera natural y necesaria requiere la administración de Andrés Manuel López Obrador, cada quien por su lado, con pequeños destellos de mostrarse como una alternativa que señala con argumentos las decisiones de Gobierno, es hasta hoy muy complicado que los ciudadanos pudieran «engancharse» con escasos elementos que en lugar de debilitar la aceptación del Jefe del Ejecutivo, por el contrario sus números se mantenían y con posibilidad de crecer, es por ello que encuentros como los ocurridas este fin de semana en la décimo cuarta Asamblea Nacional del Partido Acción Nacional, con la llegada del expresidente Vicente Fox Quesada, quien convocó a un encuentro de fuerzas de todos los colores para generar los equilibrios políticos que México necesita, puede ser un primer paso para que esa oposición despierte.

Lo que hasta hoy ha tratado de hacer el expresidente Fox no le ha generado al Gobierno de López Obrador ningún daño político, e inteligentemente ha tratado de buscar unir esfuerzos, pues ha afirmado que ya tuvo encuentros con miembros del PRI, PAN, PRD y hasta con el también expresidente Felipe Calderón, y su esposa Margarita Zavala, con quienes ha encontrado la misma visión de ser quienes «detengan» el paso que lleva la «4T». En dicha asamblea, incluso el dirigente nacional, Marko Cortés, le dio la bienvenida al originario de Guanajuato, y le aseguró que «estaba en su casa» y con ello es claro que las diferencias entre el partido y Fox pueden esperar para otro momento, pues este último incluso aseguró que no tiene intención de volver a formar parte de las filas blanquiazules, pero hábilmente sabe que necesita de la fuerza de un partido que en este momento sí tiene las posibilidades de ser ese contrapeso al Gobierno, que desde el Congreso de la Unión así como el grupo de gobernadores emanados de estas siglas han generado la mayor agenda opositora a diferencia de otros partidos, y es inminente que el unir esfuerzos habrá de generarles mayores dividendos.

Hasta para ser oposición se necesita estrategia, y eso lo sabe bien Vicente Fox, y si bien no tiene la mayor aprobación social para encabezar esta intención de generar oposición, con ese «colmillo» que le caracteriza, por ahora, desde mi punto de vista, sólo aspira a generar esa conciencia en los partidos en mención, desde luego incluido el PAN, pues en su Gobierno experimentó en gran medida el desgaste que le representó la oposición entre el 2000-2006 a pesar de haber llegado con una importante aceptación luego de haber derrotado la hegemonía del PRI por cerca de 80 años de Gobierno, al igual lo que le representó a sus sucesores Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto esa oposición que estuvo desacreditando en todo momento sus acciones de Gobierno, y saben que luego del primer informe de López Obrador, como quien dice «va por la libre», sin esos contrapesos de los que hablamos.

Habrá que esperar la respuesta también de partidos como el Revolucionario Institucional, así como su nuevo dirigente, Alejandro Moreno, quien deberá fijar una postura muy contundente de oposición ya sea por su cuenta o dentro de esta posible «coalición» opositora de la que habla Fox, así como el PRD y MC.

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