Por: Quetzal Herrera

Luego que asumieran los nuevos alcaldes en los 39 municipios de nuestro estado, se abre una gran oportunidad para que, de la mano del Gobierno del Estado, se comiencen a diseñar estrategias para que el 2020 sea el año que marque una importante diferencia en el actuar del ejercicio de la administración pública, pues de entrada el hecho de no contar con proceso electoral facilita en gran medida el mejor desempeño de funcionarios, así como el flujo del recurso y programas no se verán mermados precisamente por esta situación.

Nuestro estado tiene la característica de tener dos años seguidos proceso electoral y un año no, tuvimos en el 2018 la elección federal para elegir Presidente de la República, senadores, diputados federales y locales; en el 2019 fue el proceso del pasado mes de junio, con el que elegimos alcaldes, y el próximo año tendremos la fortuna de no estar en medio de una elección, lo que le permitirá al estado y municipios centrar todas sus baterías en dar respuestas a las demandas ciudadanas, y es que siempre que vivimos una elección de una u otra forma hay funcionarios que o piden permiso a su encargo para andar en campaña, o sin solicitarlo andan en horarios que la Ley les permite en eventos políticos; llámese como se llame, esto distrae a quienes están obligados a rendir cuentas a los ciudadanos. Esto pues, será una fortaleza para los ayuntamientos que deseen marcar la ruta de trabajo durante su periodo.

En el caso de la capital, además de lo anteriormente comentado, todo parece indicar que las condiciones están dadas para que el alcalde, Jorge Salum del Palacio, haga sentir la presencia de un Gobierno diferente, pues también lo fortalece la buena relación que tiene con el Gobernador del estado, situación que la anterior administración no tuvo, derivado de los constantes desencuentros políticos entre el senador con licencia, José Ramón Enríquez, y el jefe del Ejecutivo, y ello motivó a que no se viera reflejado en los hechos acciones o trabajo en conjunto para los duranguenses. Hoy el panista ha dejado claro que su Gobierno tenderá la mano al Estado para aterrizar proyectos en conjunto, y ello se verá reflejado, de entrada, en que juntos deberán buscar un mayor presupuesto para proyectos enfocados a Durango capital, ahí estará el primer reto.

Aunado a lo anterior, Gobiernos municipales y estatal, también contarán con el trabajo coordinado que se desarrolla en el Congreso del Estado, pues también el Legislativo tendrá en el 2020 la posibilidad de alejarse de las “grillas” políticas propias de los procesos electorales y también deberán estar enfocados en darle trámite a los asuntos que sean en beneficio ciudadano, pues en puerta tienen  algunos retos de carácter administrativo con las administraciones que concluyeron, por lo que su actuar también será buscando las condiciones para que los nuevos alcaldes inicien su periodo con las mejores herramientas. Aquí incluso es casi un hecho que habrá ayuntamientos que al cierre de este año soliciten préstamos que el propio Congreso deberá analizar, incluso adelanto de participaciones para cubrir los compromisos contractuales con sus trabajadores para el fin de año.

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