Por: Quetzal Herrera 

A lo largo del tiempo, la política ha tenido actores que mediante las declaraciones mediáticas sostienen una postura respecto a un tema en lo específico y se mantienen bajo esa premisa a pesar de cuestionamientos, se aferran a una idea de lo declarado al grado que en muchas ocasiones terminan haciendo creer a los ciudadanos de sus posturas, aunque piensen distinto; un ejemplo que en estos días ha permeado ejemplifica muy bien este dicho, me refiero, en el orden de hechos, a lo declarado, en primer término, por la Secretaria de Gobernación quien tras la “Ley Bonilla” había expresado su desaprobación a lo ocurrido en el congreso de Baja California para extender el mandato de Jaime Bonilla, pues lo consideraba inconstitucional, en ese momento.

Luego, al acudir a la toma de protesta del ahora gobernador de esa entidad, declara  que eso que llamó fuera de toda legalidad, en estos momentos está permitido hasta que la Suprema Corte emita un fallo al respecto, una primera contradicción a lo que había fijado como encargada de la política interior de nuestro país. Luego vino el video que circuló en redes sociales este fin de semana, en el que deja de manifiesto que dicha declaración legalmente hablando estaba validada, a lo que Jaime Bonilla festejó en grande, pues es evidente que esos comentarios mediáticos sólo eran hasta ese momento, previo a que conociéramos el video, una postura para salir del paso ante los representantes de los medios, porque la verdadera postura de la representante del Gobierno federal, era dejar entrever no sólo que respalda al nuevo gobernador bajacaliforniano, sino que hasta existe la posibilidad que su mandato sí sea de cinco años.

Sánchez Cordero justifica este «tropezón» con el hecho de no saber usar las redes sociales, y evidentemente no se dio cuenta que la estaban grabando, quizá es un argumento honesto, pero es claro que la Secretaria de Gobernación en lo público y privado no deja de ostentar ese cargo y seguro esto le servirá de experiencia para no dejarse llevar por la víscera al momento de hacer política desde el Gobierno, y menos con temas tan sensibles para esta administración federal.

De igual forma, en este andar dentro de la política local, este servidor ha escuchado posturas públicas y privadas, de todas las expresiones políticas, respecto al tema de la homologación de las elecciones en Durango, pues dos años seguidos tenemos proceso y uno no, por lo que ya se piensa en que exista hacerlas junto con los nacionales. A quien me ha tocado escuchar declaran que es necesario llevar a cabo estas reformas y pasan los años y no ocurre, porque en realidad se piensa distinto, y en lo corto señalan que a ningún partido convendría tal acción, pues ello evitaría que si un partido «arrasa» en lo nacional, arrastre a los estados, lo que ocurrió en el 2018, y no habría ese equilibrio de fuerzas que representan los estados ante la Federación, por lo que pasan y pasan legislaturas y no se avanza en lo general, el paso que se ha dado apenas se cristalizó en la Legislatura pasada, pues fueron diputados por dos años ante una homologación con los diputados federales. Hay que esperar si se concreta algo ya más en forma para que Durango no sea un estado en elecciones permanentes.

Twitter @QuetzalH