Por: Quetzal Herrera

Luego de que el lunes, en una rueda de prensa que encabezó el secretario general de Gobierno, Héctor Flores Ávalos, y que ponía fin a varios conflictos ocasionados por las modificaciones a la Ley Orgánica del Congreso, finalmente ayer se instaló la 59 legislatura local, donde prevalecieron los acuerdos en la integración de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), así como de la mesa directiva y la coordinación de comunicación social, que serán todas rotativas para las principales tres fuerzas políticas representadas; desde luego un buen inicio cuando se antepone el diálogo, porque esto iba encaminado a una fuerte crisis de ingobernabilidad al interior del legislativo.

Pero dejando de lado lo anterior, estos tres años estarán marcados por el oficio político para “cabildear” entre los partidos y sacar las iniciativas que beneficien a las familias, porque de entrada al no tener ninguno la mayoría simple, y menos la absoluta, esto se convierte en un esquema de “tercios”, y para lograr sus objetivos por lo menos dos institutos políticos deberán ir en comunión, algo que podría parecer simple cuando se habla de la alianza que han ido construyendo el PRI y el PAN, pero me parece que lo primordial es que dicha unión se vea reflejada en el trabajo legislativo que será factor fundamental para llegar, de igual forma en alianza, para el proceso del 2022, porque de existir algún desencuentro por las posiciones del próximo año, o si de plano no se cristaliza la coalición, los escenarios podrían cambiar.

Por lo que hacemos mucho hincapié en el oficio político para llevar a cabo ese “cabildeo”, incluso del lado de Morena las cosas pudieran salirse de control si no existe primero, al interior del grupo parlamentario, el diálogo suficiente para votar en bloque, más allá de quien vaya a ser la abanderado o abanderado del próximo año al gobierno del estado, pues es de todos conocido que quienes forman parte de esta legislatura están relacionados con distintos grupos, donde todos buscarán los mismos objetivos.

Hasta donde me alcanza la memoria, no recuerdo alguna legislatura que estuviera dividida así, en tres partes, pues lo más que se había logrado por parte de los partidos opositores es dividirlo en dos, pero los resultados del pasado proceso electoral así lo han establecido y tanto los coordinadores parlamentarios como los dirigentes estatales del PAN, PRI y Morena, deben estar preparados para el diálogo. Cabildear será el “deporte parlamentario” en los próximos tres años de esta legislatura, y será para quienes más argumentos presenten respecto a sus iniciativas, porque si bien la ruta política está ya muy marcada, y sabemos lo que se puede esperar, al ser el Congreso una caja de resonancia, los trabajos de fondo deben contar con las bases suficientes para su aprobación, y buscar trascender como legisladores.

Los dos primeros trabajos de “cabildeo” que vendrán, son en primer término la distribución de las comisiones legislativas, porque si bien en los acuerdos se establece que serán equitativas, evidentemente algunas tiene mayor peso y responsabilidad, por lo que será una prueba interesante en cuanto a los resultados; y el segundo será entorno a la glosa del quinto informe de Gobierno, donde conoceremos los alcances de esta alianza en los hechos, ya con los funcionarios estatales compareciendo, donde se tendrá que ver el oficio político y el cabildeo que desarrollará el coordinador panista en el Congreso. En fin, pronto habrá respuestas a todas las interrogantes.

Twitter: @Quetzalh