Por: Quetzal Herrera

Dentro del ejercicio de Gobierno, de cualquier ente, es muy común que se generen escenarios de crisis mediáticas ante informaciones periodísticas tanto en los medios de comunicación tradicionales, como ahora en las redes sociales, pues hoy en día éstas últimas son una herramienta para señalar y criticar que todos los ciudadanos tenemos a la mano, y desde ahí se han generado muchos señalamientos que terminan por “incomodar” a quienes nos gobiernan, pero al final con el paso del tiempo y de la experiencia propia se debe reconocer que dichas críticas bien fundamentadas lo que en realidad provocan son equilibrio en la forma de implementar las políticas públicas, pues de no existir esas voces que simplemente señalan, sin la víscera de por medio, habría sin duda decisiones unilaterales sin tomar en cuenta los contrastes políticos y sociales.

Y esto precisamente viene en relación al número de periodistas y comunicadores que por una razón u otra en este Gobierno federal han dejado sus espacios informativos, quizá los más recientes el de Sergio Sarmiento, que salió de Radio Centro, así como Carlos Loret de Mola, que anunció su salida de noticieros Televisa; se les suma a ellos Víctor Trujillo, mejor conocido como “Brozo”, quien afirmó que esta semana será la última que transmitirá “El Mañanero”. Tres casos que en sus espacios han criticado la forma de gobierno de López Obrador, desde luego no se establece que exista algún tipo de presión por parte del Gobierno federal para su salida, pero sin lugar a dudas llama la atención que los señalamientos han estado enfocados a Palacio Nacional, y es previsible que ese sea el origen de sus respectivas salidas, aunado a por lo menos otros seis casos en igualdad de circunstancias.

Me parece que todos los gobiernos deben generar estrategias para tener una relación de autocrítica al interior y exterior de los gobiernos con los medios de comunicación que de manera responsable generen esa crítica constructiva que logre mejorar las políticas públicas, porque en verdad hay quienes son la voz ciudadana, quienes a través de trabajos de investigación sugieren y opinan de temas que puedan provocar perfeccionar la forma de comunicar y hacer política de los gobiernos hacia los ciudadanos; esos perfiles son quienes al tratar de generar los equilibrios en muchas ocasiones son ignorados; los medios no son enemigos de los gobernantes, pueden ser los mejores aliados si los canales de retroalimentación informativa fluyen de buena forma, pues la principal barrera, en muchas ocasiones, es la falta de información que no se comparte desde el poder.

La posibilidad de seguir dividiendo al país sigue vigente, pues los gobernantes deben entender que la meta no es que todo el mundo esté de acuerdo en su manera de pensar y de gobernar, y admitir que hay quienes tienen otras visiones para mejorar. En el caso del Presidente Andrés Manuel López Obrador, con sus clásicas mañaneras juega con un arma de doble filo, al sobre exponerse en lo mediático, pero hay que reconocer que muy a su estilo le “ha entrado” a todos los temas que van surgiendo, ahora quizá sea bueno para su administración mostrar apertura a quien con sus propios datos generan cuestionamientos. En verdad, todos queremos que a México le vaya bien con quien gobierne.

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