Por: Quetzal Herrera

El Gobierno mexicano se encuentra justo en la etapa del año en la que define sus prioridades en materia económica para el siguiente año, a pesar que aún falta el análisis y discusión del Congreso de la Unión, la Federación hace una proyección de lo que puede ocurrir, pero aquí es fundamental que López Obrador busque un real crecimiento en la economía, mismo que le permita un importante crecimiento por lo menos de dos puntos porcentuales, ya que hasta el último trimestre hubo una desaceleración en nuestro país, pues así como lo ha manifestado el jefe del ejecutivo federal, que para él es mejor que haya desarrollo y no crecimiento, cuando se supone que van de la mano, y ya en un análisis serio de las políticas públicas que se implementan en este sexenio, ambas acciones son complementarias, y desde luego se verían reflejadas en los bolsillos de los mexicanos.

Si bien nuestro país hace una proyección en el Paquete Económico del 2020 por el orden de los 6.1 billones de pesos, y muy a pesar que el principal ingreso para este Gobierno está garantizado con la venta del petróleo, pues se cuenta con un seguro que estabiliza ese ingreso en caso que éste sea menor a lo previsto, y no dependería de lo que ocurra a nivel mundial con dicho combustible, principalmente cuando se visualizan temas de carácter político que repercutirán en los principales países exportadores de petróleo, como Arabia Saudita e Irán, que generan este movimiento mundial del precio por barril; por sólo dar un ejemplo, Arabia Saudita produce alrededor de 12 millones de barriles por día, mientras que en nuestro país estamos cerca de los dos millones.

Es claro entonces que en este sentido el Gobierno de México debe tomar las precauciones necesarias y hacer que su estrategia económica considere estas variables, y sepa que no depende de decretos o programas sociales, esto es generar confianza a través de otro tipo de acciones. De igual forma, la Federación deberá tener en cuenta que parte de ese crecimiento económico depende del Producto Interno Bruto (PIB), ya que es ahí donde se ve reflejado dicho avance, y ese cálculo parte de tres variables que se toman en cuenta, el primero relacionado al sector ganadero y agrícola, pues a través de programas es necesario que haya más impulso en este rubro, sobre todo en condiciones no esperadas como la falta de lluvias en zonas como nuestro estado.

El segundo se manifiesta de la medición de la industria manufacturera que existe en el territorio nacional, por lo que a través de generar las condiciones para que empresas inviertan en instalarse en México también provocará un gran paso, y se traducirá en generación de empleos; finalmente, la tercer variable depende de lo que se haga en materia de turismo y educación, y ahí es donde me parece que aún nos quedan a deber, no de ahora, sino de muchos años a la fecha, pues hasta parece que estos rubros quedarán cada vez más rezagados, y una muestra de ello es la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México, así como la cancelación de las oficinas de Pro México en el extranjero. En fin, ojalá la estrategia en materia económica para el próximo año, nos deje buenos dividendos.

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