Por: Quetzal Herrera

No cabe duda que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, vive de forma permanente en la “línea de fuego” de lo que puede y no realizar dentro de sus funciones como jefe del ejecutivo, máxime en tiempos de campaña como ha ocurrido con las conferencias de prensa matutinas, donde estuvo diario al límite de caer en la promoción de su Gobierno, pero que sin duda fue un factor determinante para que su imagen, sin estar en las boletas, pudiera arrastrar el mayor número de sufragios. Pero justo en ese transitar por la ruta de lo legal e ilegal, surge esta semana un fallo de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que determinó que el “inquilino” de Palacio Nacional sí hizo uso del recurso público al difundir propaganda durante la presentación del informe de los primeros cien días del tercer año de Gobierno, realizado el pasado 30 de marzo.

Y es que para esa fecha el proceso electoral en los estados de Sonora, Campeche, San Luis Potosí, Colima, Guerrero y Nuevo León, ya había iniciado, por lo que el TEPJF determinó que constituyó propaganda gubernamental personalizada en periodo prohibido, y que en este acto la cantidad del recurso público usada en dicho evento asciende a los poco más de 185 mil pesos; sin duda los magistrados de este órgano colegiado han sentado un precedente en cuanto a la violación de los artículos 41 y 134 de la Constitución, mismos que prohíben la difusión de la imagen de los funcionarios en periodos electorales, razón por la cual se da este fallo en contra del Presidente López Obrador.

Seguramente la sanción será menor, y el propio jefe del ejecutivo restará importancia a dicha resolución, como lo ha hecho constantemente con las instancias electorales, porque por un lado es entendible que de una u otra forma su presencia sabía que contribuiría en algo a sus candidatos morenistas, riesgo que siempre ha estado dispuesto a tomar, porque no podemos negar que su estilo de comunicar, aunque a mucho no nos guste, le ha funcionado primero para estar en la agenda política o como distractor, pero siempre se está hablando de él, es un candidato natural que busca seguir generando sufragios en las urnas.

A final de cuentas, la escasa oposición que ha existido durante su Gobierno me parece que no podrá capitalizar este fallo, pues al puro estilo de López Obrador demeritará cualquier intento de ataque en su contra, incluso no creo que ese estilo cambie en los próximos procesos electorales y seguirá “jugando al filo de la navaja”, es una condición política que estará aprovechando mientras tenga el poder, porque insisto, en la oposición no hay un AMLO que al levantar la voz se replique en la sociedad mexicana, porque él fue un opositor que le generó las simpatías para llegar a hasta donde está, pero que el contrapeso no termina de llegar.

Lo que es una realidad es que tanto las conferencias de prensa matutinas como estos informes, seguirán generándole al presidente estos escenarios de riesgo, porque ha encontrado en estas dos vías el estilo para gobernar-informar, casi siempre con los mismos argumentos y líneas discursivas, quizá sin mucho avance en cuanto a la infraestructura, con poco diálogo político y más enfocado a los asuntos superfluos como las rifas de cada año, pero sin que nadie pueda negar, de que el capital político, aún lo tiene.

Twitter: @Quetzalh