Por: Quetzal Herrera

Uno de los primeros cambios sorpresivos que se dieron en julio del 2019, fue la renuncia del entonces secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, mismo que en este tiempo se ha dedicado a opinar sobre la política económica que está llevando su exjefe, Andrés Manuel López Obrador, y que a su juicio carece de lo que nuestro país realmente necesita para salir adelante, máxime cuando los efectos de la pandemia ocasionados por el Coronavirus aún nos mantiene con cifras muy por debajo de lo que pudiera ser ideal tanto en la recaudación como en la inversión pública y privada, al grado de que el exfuncionario haya externado que el jefe del ejecutivo no le parece que sea un estadista.

Y es que a finales del mes pasado, Carlos Urzúa señaló que lo que el presidente busca es solo «clientela electoral» antes que otra cosa, sin embargo, él mismo se ha mostrado optimista tras los cambios que se estarán dando tanto en la Secretaría de Hacienda como en el Banco de México, quizá vislumbrando una serie de reformas en materia económica que podrían estarse dando en nuestro país; pero más allá de esto, creo que el exsecretario de Hacienda hace referencia a la aplicación de los programas sociales que se tienen como política pública, porque es ahí a donde se destina parte de los ingresos del gobierno, y esto en automático crea «clientela» para los comicios electorales, lo que para nadie es un secreto, pero sí genera esa ruta que AMLO ha seguido desde el arranque de su administración.

De igual forma esta misma semana, Urzúa Macías dio a conocer que «México no tiene dinero público», pues el promedio en cuanto a la recaudación tributaria ronda el 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el ideal sería por el orden de los 20 puntos porcentuales; así mismo, puntualizó que en lo que a inversión se refiere, los número no han sido los óptimos, cuando lo ideal es que fuera por lo menos del 25 por ciento, entre pública y privada, y en lugar de incrementarla ha ido disminuyendo por efectos del Coronavirus, al pasar de casi el 23 al 20 por ciento, según sus cifras.

Me parece que este tipo de declaraciones de un exfuncionario de ese nivel, habla de que las cosas no terminaron bien al interior de Palacio Nacional, y sabe Carlos Urzúa que estos comentarios políticamente impactarán a este Gobierno, pues al ser el primero de los tres secretarios de hacienda que lleva este Gobierno, fue quien fincó las bases del modelo económico-asistencial que el Presidente busca como «sello» de su administración, y que por obvias razones la oposición puede usar como «herramientas» en contra de quien despacha en Palacio Nacional.

Otro ejemplo que pone, y que me parece arriesgado políticamente hablando, pero que pudo haber podido a ayudar en las finanzas a nivel nacional, es lo relativo al cobro de la tenencia, porque si bien hay estados que ya no la cobran, como Durango, esto abre un «boquete» a la recaudación como país, porque también se traduce en que las entidades reciben cada vez menos dinero, pero que ha sido un costo que los gobernantes han querido tomar, incluso el propio AMLO, porque electoralmente por supuesto que es garantía de votos.

Twitter: @Quetzalh