Por: Quetzal Herrera

Pareciera que el ejercicio y derecho que tenemos los mexicanos a la transparencia, sobre todo en el uso del recurso público, se usa a conveniencia o de plano existen dos tipos de ésta, pues por un lado a nivel nacional se dan a conocer empresas y personajes que por una u otra razón fueron beneficiados con la condonación de impuestos en sexenios anteriores; y por otro lado se confirma que toda la información de proyectos y realización del aeropuerto en la base aérea de Santa Lucía será considerada como “reservada” durante los próximos cinco años, es decir, no sabremos nada de la implementación de este proyecto insignia de la administración López Obrador, todo bajo el argumento de que puede ser usada para fines ilícitos, cuando el verdadero motivo es para evitar que organizaciones que han implementado amparos para su construcción, puedan hacerse de esta información y logren tener elementos para bloquearla.

Hace días, en una de sus clásicas “mañaneras”, el Presidente aseguró que la lluvia de amparos que habían logrado algunas organizaciones y que a través de un juez federal se ordenó que se detuvieran los trabajos hasta presentar todos los estudios de viabilidad, eran ocasionados por “sus adversarios” y que habría de implementar acciones que estaban a disposición de su investidura para llevar a cabo la construcción de este aeropuerto, tan solo al considerar esta obra como “de interés nacional”, y precisamente bajo esta premisa es que durante los próximos años la Secretaría de la Defensa Nacional reservó esta información. Claro que el jefe del Ejecutivo de inmediato justificó este duro golpe a la transparencia, afirmando que todo está en orden y que seguramente esto se había hecho para evitar que los “conservadores” volvieran, como quien dice, a hacer de las suyas vía la parte legal, a través de los amparos.

Si algo en nuestros días está sumamente criticado de los Gobiernos, es su opacidad, pues la transparencia es un logro que muchos mexicanos han conseguido a base de un sin número de luchas legales, reformas y modificaciones a nuestras Leyes, hasta el grado de crear entes que están encargados precisamente de que la información en el uso de los recursos públicos estén a la mano de los ciudadanos; pero en verdad ha sido un proceso muy lento, por un lado también por la falta de cultura que tenemos para cuestionar a través de las vías a las que tenemos acceso, o quizá por el hecho de ver muy burocrático esos procedimientos, pero en verdad es un arma muy importante para exigir a nuestros Gobiernos y gobernantes que nos digan cómo y en qué gastan nuestros impuestos; es un tema cultural que día con día debe existir la difusión necesaria.

Una obra como el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, con un costo de 95 mil millones de pesos, me parece que no puede generar ningún tipo de dudas en su implementación, ya que en verdad llama mucho la atención que se haya decidido reservar toda esta información; ¿será que estamos pues ante la conveniencia política de la información por parte del Gobierno hacia los ciudadanos?; es para la reflexión. El Gobierno federal me parece que ha dado muestras importantes de transparencia, cosa que se reconoce, pero lo ideal es que sea parejo en todo, y no sólo en partes.

Twitter @QuetzalH