Por: Quetzal Herrera 

Derivado de una serie de situaciones sobre todo con el retraso en la adquisición del papel, el inicio del próximo ciclo escolar 2019-2020 podría arrancar con un retraso en la entrega de los 176 millones de libros de textos gratuitos en los estados, por lo que de concretarse esta versión, los maestros en gran parte del territorio nacional tendrán que aplicar otras alternativas para sustituir estos libros y no atrasar los planes de estudio, ya que para este próximo 26 de agosto si no se cuenta con esta herramienta elemental del aprendizaje, las instancias correspondientes en los estados deberán buscar sustituir a los libros en físico, quizá a través de versiones digitales.

Hace tiempo de dio a conocer precisamente que la empresa Bio Pappel habría ganado la licitación para un contrato por el orden de los 162 millones de pesos, mismo que se canceló por instrucción del propio Presidente López Obrador, para asignarse de manera directa a cuatro empresas: Comercializadora Copamex, Grupo Papelero Gabor, XC Internacional y Delman Internacional, las que contra reloj han estado entregando el papel para la impresión de los libros. Todo este retraso se ve reflejado precisamente en la distribución que se está haciendo en las entidades federativas, pues a la fecha deberán estar entregando alrededor del 50 por ciento de la totalidad, siendo que para estas fechas el avance debería ser por el orden del 80 por ciento, porque no sólo es enviarlos a los estados, sino que éstos a su vez tienen que hacer lo propio a todos los rincones del territorio nacional.

Esta administración federal también ha planteado la posibilidad de imprimir en un futuro ejemplares de los libros de texto gratuitos con pasta dura, con el propósito que puedan ser reutilizados en los siguientes años, y generar ahorros en la impresión de los mismos, acción que me parece acertada, pues en muchos de los casos los ejemplares se quedan en buenas condiciones, por lo que a reserva de las actualizaciones y cambios que pudieran tener, es factible buscar no gastar en libros que se puedan reutilizar. Incluso se propone que para algunas regiones sí se mantengan los libros que actualmente se reparten, de tal forma que serían dos versiones de pasta los que se pondrían en circulación más adelante.

La Secretaría de Educación Pública, en coordinación con sus dependencias homólogas en los estados, deberá estar pensando que la logística de entrega no se detenga y tratar de cubrir todas las zonas lo más rápido posible, y en el caso de no conseguirlo, sí estar pensando en cómo se resolverá, pues los planes educativos tienen ya establecidos sus calendarios, además  al plantearse estos dos escenarios estarían evitando también una posible crisis en materia educativa a nivel nacional.

Por su parte, López Obrador ha hecho el compromiso de que los libros de texto llegarán en tiempo y forma, que incluso son de mejor calidad y que son más baratos que los que se hacían anteriormente; ojalá así sea y a la vuelta de un mes espero que no estemos hablando precisamente de “otros datos” en cuanto a este asunto.

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