Por Quetzal Herrera

Minutos después que cerraran las casillas el pasado domingo por la tarde, y lo que va de esta semana, quienes participaron en el proceso como candidatos llevaron a cabo una serie de actitudes y acciones mediante las cuales han comenzado a mandar diversos mensajes políticos a la sociedad, y es que en el ejercicio de esta actividad todo comunica, y con ello se perfilan los siguientes pasos que habrán de dar en futuros escenarios.

De entrada el ahora presidente electo, Jorge Salum del Palacio, ha sido enfático desde el domingo por la noche, cuando la tendencia a su causa le favorecía, en que habrá de revisar las finanzas en las que se encuentra la administración que concluye el 31 de agosto; de igual forma el lunes aseguró también que habría un retiro de las letras que se colocaron en diversos rumbos de la ciudad. De esta manera, el abanderado del PAN manda un mensaje de que no habrá tolerancia en caso que las cosas no se encuentren en buen estado, administrativamente hablando; y de igual forma en diversas entrevistas ha dejado dos cosas en claro, que partirá su administración de una realidad en cuanto a las acciones a implementar, y dos, que se armará de un equipo que no necesariamente sean de su partido, sino que considerará perfiles que le ayuden en cumplir sus compromisos.

Por su parte el ya reintegrado alcalde, José Ramón Enríquez Herrera, al incorporarse desde el lunes pasado a sus funciones, deja de manifiesto su intención de trabajar por tener un buen cierre de su Gobierno, pues comenzó de inmediato con la entrega de algunas obras pendientes; es inminente el mensaje que envía en cuanto a que con los resultados del pasado domingo, sus aspiraciones rumbo al 2022 no se verán limitadas, si no que, seguramente, comenzará a trabajar desde otras trincheras, como la del Senado de la República, en la gestión y construcción de acuerdos. Siempre lo hemos comentado, lo que ocurriera el 2 de junio no sería impedimento para que el galeno continúe trabajando en su proyecto.

Quizá un poco tarde pero al final ha resultado interesante la postura que ha asumido Otniel García Navarro, pues luego de aceptar el resultado, ya deja entre ver que buscará tener las riendas de Morena en el estado, ya sea desde la administración pública federal, o desde el propio instituto político; y es natural que comenzará a hacer los amarres necesarios con los grupos representativos del partido en el congreso, alcaldías y regidurías logradas al interior del estado.

Desde luego Gonzalo Yáñez será un activo importante en los procesos que vienen para nuestro estado, pues no sólo por el hecho de haber quedado en tercer lugar, que pocos esperábamos, sino porque con esa “tarjeta de presentación” tiene la posibilidad de mostrarse en el centro como una fuerza real en el estado, y así lo ha dejado ver, envía señales claras de que lo logrado el domingo no es obra de la casualidad y será su principal herramienta en la construcción de acuerdos con Andrés Manuel López Obrador.

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