Por: Quetzal Herrera

Pocas o prácticamente nulas esperanzas dio el titular de la Secretaría de Educación Pública a nivel nacional, Esteban Moctezuma Barragán, en el tema del gasto educativo, pues en visita a nuestra ciudad descartó que en este momento la Federación pueda hacerse cargo de éste, y dijo que hay una larga fila de entidades que están buscando el mismo propósito, incluso al tratar de no ser tan contundente en el “no” a la solicitud del Gobierno del estado, trató de bajarle de tono a la declaración diciendo que “hay estados más críticos”, y con ello flaco favor le hace a gobernadores como el nuestro que ha buscado por distintas vías que los casi cinco mil millones de pesos que se ejercen en este rubro, puedan pasar, “aunque sea algo” al presupuesto de egresos del Gobierno Federal.

Ojalá funcionarios como Moctezuma Barragán entendieran la realidad que viven los estados, financieramente hablando, pues a pesar que se pueden hacer muchos ajustes al gasto de la administración estatal, lo dependiente de la Federación que tienen estados pobres como el nuestro, hacen necesarias estrategias que les permitan obtener mayores recursos, el ahora encargado de la política educativa de la 4T en su historial como funcionario ha conocido los programas de desarrollo social, pues en otros sexenios ha sido el encargado de esta área, y sabe que las entidades cada día muestran peores condiciones para la implementación de programas de atención a zonas marginadas y de pobreza media y extrema, así como las acciones que les permiten a los entes de gobierno dar respuesta a los ciudadanos en materia de salud; por ello me parece que debiera existir un verdadero esfuerzo para que el Gobierno federal asuma parte de esta inversión en la educación, y liberar de algún modo algo de presupuesto.

Un aliado que de manera abierta le ha expresado al Gobernador hacer equipo con él para lograr el objetivo, es el presidente de la junta de coordinación política del Congreso del Estado, Esteban Villegas Villarreal, quien incluso ha ido más allá de solo pedir el respaldo de la Federación, sino que también ha trazado una ruta de las áreas a donde deberían estar destinados los recursos que en su momento Durango podría tener. Y me parece que este asunto así debe tratarse, en equipo, en primer término, independientemente de las posturas políticas, y posteriormente con base a una propuesta real y proyectos encaminados a dar respuesta a las demandas ciudadanas.

Si el Gobierno federal hace oídos sordos a estas solicitudes de los estados, pronto le estará estallando una bomba en un tema por demás sensible, pues apostarle a la educación es uno de los rubros más importantes al que cualquier país desearía aspirar, y a pesar que no es un asunto nuevo, y que algunos sexenios lo han dejado pasar sin “agarrar el toro por los cuernos”, es una bola de nieve que sigue creciendo de una manera descomunal, pues llegará el momento en donde los gobiernos estatales de plano dejen de formar parte del Pacto Federal, y el recurso que se reciba por concepto de impuestos ya se quede en sus arcas y no sea la Federación la entidad encargada de su distribución, a ese grado podrá llegar.

En este momento no existe esperanza ni muchos menos reforma que permita que se cambie el estado en que se encuentra este tema de la inversión que hacen los estados, y ojalá sí sea un tema que prenda por lo menos las alarmas en el gobierno de López Obrador, si bien no para resolverlo en los cinco años que le quedan, pero sí para sentar las bases de un apoyo real a las entidades federativas.

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