Por: Quetzal Herrera

A unos meses que comiencen a darse las definiciones en cuanto a las alianzas y candidaturas para el proceso electoral del 2021, los partidos políticos deberán partir de la premisa que los tiempos y escenarios políticos han cambiado con el paso de los años cuando existía un partido hegemónico, incluso al no tener candidatos ancla que generen el llamado “voto en cascada”, lo que lleva a la conclusión que en este momento no hay nada para nadie, a pesar de las tendencias que pudieran existir por estado o distritos electorales, por lo que bajo esta proyección los institutos políticos deberán generar sus estrategias dejando a un lado la soberbia en cuanto al historial de los territorios donde tradicionalmente obtiene el triunfo, así como del resultado respecto a la última elección, pues de no hacerlo seguramente el resultado será adverso en los objetivos que se han trazado.

Aunado a lo anterior, otro rubro que se deberá atender, sobre todo por aquellos partidos que buscan generar los equilibrios en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, así como en los congresos estatales, es el hecho de partir de los objetivos que tengan en común, generando las coincidencias, más allá de quienes vayan a ser los abanderados, pues se puede caer en la soberbia de tratar de “vender espejitos” si parten de escenarios reales, aunado a que quienes encabecen los espacios para estar en las boletas el próximo 6 de junio, deberán saber explotar el factor humano así como el hecho de saber comunicar, y no hablo de discursos retóricos de los cuales la sociedad ya estamos más que acostumbrados y que se ha demostrado que no dan resultados.

Morena y aliados por su parte, deberán pensar también en no caer en la soberbia que el poder genera y que hace que respecto a la toma de decisiones no se hagan de manera certera, tampoco para los candidatos de la posible alianza las cosas estarán sencillas, ni tienen el triunfo en la bolsa, pensarlo sería como cegarse de los temas que han resultado negativos para el gobierno que encabeza López Obrador y que una vez en campaña habrán de salir cuando los candidatos de estos partidos recorran los domicilios de las familias duranguenses. Pero también el hecho de tener la oportunidad de explotar los programas insignia de esta administración, representa una buena oportunidad si se sabe comunicar y debatir con argumentos; sin duda será un referente explotable políticamente, rubro que les permitirá tener una ligera ventaja respecto a sus contrincantes.

Mutilar la soberbia de algunos partidos y políticos hará que se pueda humanizar el ejercicio de la política, porque temas coyunturales que en verdad afectan a nuestra sociedad, como la pandemia ocasionada por el coronavirus, necesitan de la empatía de quienes nos representan en cualquier ente gubernamental, comunicarlo para realmente lograr el objetivo será el verdadero reto en las elecciones del 2021, y quienes piensen en la política tradicional de dádivas y discursos huecos que solo polarizan, me parece que irán por el camino equivocado, pues no se puede pensar por ejemplo que por el solo hecho de ser oposición se debe estar en contra de todo, o peor aún, solo enfocar sus “baterías” a los mensajes de sus redes sociales personales; porque en ocasiones suelen ser más frías que los inviernos en nuestro estado.

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