Por: Quetzal Herrera

Quizá uno de los peores momentos para iniciar una guerra, en cuanto a la producción de petróleo entre dos potencias del sector, Rusia y Arabia Saudita, es precisamente cuando a nivel mundial vivimos una de las pandemias más agresivas, extensas y riesgosas que han existido en los últimos años, porque por el hecho, no solo de mantener su nivel de producción del crudo, sino de aumentarlo con el propósito de inundar la oferta y con ello, propiciar una disminución en la demanda y desde luego, la reducción en cuanto al costo.

El Coronavirus ha sido un factor que enterró el precio por barril, pues de dos meses a la fecha cayó en más del 50 por ciento, de ahí la consecuencia que la gasolina en nuestro país haya también disminuido, pues se trata de una cadena de acciones y reacciones ante ambas circunstancias, la pelea entre las dos naciones y la pandemia del Covid-19.

Todo parece indicar que esta semana, probablemente mañana, haya una reunión urgente de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+), y establecer el acuerdo, principalmente entre Rusia y Arabia Saudita para la disminución de la extracción de barriles de crudo.

Según Donald Trump, se establecería la reducción de un 10 y hasta un 15 por ciento, lo que de inmediato regularía la oferta y de alguna manera, ayudaría a regular la economía global, pues de mantenerse ese nivel de producción, hablamos de casi 10 millones de barriles por día, en el caso del país árabe, una vez pasando la emergencia sanitaria en la que nos encontramos, sería un duro golpe a la industria en el mundo, pues muchas empresas estarían obligadas a cerrar, situación que se ha ponderado para iniciar el diálogo entre las naciones involucradas.

De concretarse este acuerdo, sería una buena noticia en medio de toda esta crisis en la que nos encontramos, pues el sector productivo empresarial, desde este momento, está buscando las herramientas que les permitan mantenerse a flote durante y después de la contingencia, para con ello mantener las fuentes de empleo de donde miles de familias se sostienen, por lo que al ponerse de acuerdo “los dueños del mundo”, países como el nuestro pueden aspirar también a lograr cierta estabilidad, pues la proyección de ingresos prevista para este 2020 no sería baja, pues en su Ley de Ingresos, esperaban comercializar el barril de petróleo en los 49 dólares, y ahorita ronda los 25 dólares.

Considerando los tiempos para la duración de la emergencia por el Coronavirus, un mes más aproximadamente, y de llevarse a cabo el acuerdo en mención, habría algo de tiempo para que antes de que pasemos la alerta máxima, a la que no hemos llegado, la economía global pueda llegar a niveles aceptables de estabilización, porque será necesario que la demanda, en cuanto al precio de los combustibles, recobre la normalidad lo más pronto posible, para que la oferta pueda regularse también.

Se trata en este momento del anuncio más importante del que muchos países están con la esperanza de que se aterrice, pues tan solo por poner un ejemplo, de cómo dependemos de economías como la de Arabia Saudita, con esa producción de barriles de petróleo diario, casi 10 millones, en México se busca llegar a los dos millones en los próximos años de acuerdo a la OPEP; de ese tamaño es nuestra dependencia económica en este sector; por lo que ojalá haya buenas noticias.

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