Por: Quetzal Herrera

Desde el pasado domingo 24 del presente mes, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció a través de sus redes sociales, que había dado positivo el COVID-19, situación que marcó la agenda política y mediática en nuestro país, pues a pesar de las diferencias ideológicas y partidistas, la salud de un Jefe de Estado debe preocupar, por las implicaciones que ello conlleva, ya que no se trata de un asunto menor considerando que el jefe del ejecutivo tiene desde hace tiempo cuadros médicos, como la hipertensión, que lo hacen más vulnerable al ser contagiado por este virus, y más allá de lo que haya dicho él respecto al tema, creo que una muestra palpable de la importancia que el asunto reviste, es en relación a las muestras de apoyo y solidaridad de diversos actores políticos locales y extranjeros.

Desde luego existen muchas interrogantes en cuanto al proceso de que comenzó a sentirse mal, desde el sábado 23 de enero que estuvo en Nuevo León, y hasta que en la gira del domingo por San Luis Potosí, donde presentaba un cuadro gripal, hasta que le entregaron el resultado de la prueba, pasaron muchas situaciones que desde Palacio Nacional no se han esclarecido, porque ni la propia secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, ha tenido toda la información a la mano para responder los cuestionamientos de los reporteros en “la mañanera”, solo hemos conocido la relación de personas que tuvieron contacto con el Presidente, así como el hecho de que la tripulación de Aeroméxico que lo trasladó a la Ciudad de México, también fueron sometidos a los protocolos de cuarentena.

El simple hecho de no existir comunicación entre los miembros del gabinete nacional genera suspicacias, por ejemplo lo relacionado, al lugar en donde se supone estaría reposando López Obrador esta enfermedad, porque por un lado la Secretaria de Gobernación aseguraba que estaba en su domicilio particular de Tlalpan, y el vocero presidencial afirmaba que se encontraba en Palacio Nacional. De igual forma, lo que expresó el subsecretario de salud, Hugo López Gattel, en cuanto a que se reservaría la información del estado de salud del jefe del ejecutivo, situación que también inquietó a la opinión pública, pues se trata de un asunto de seguridad nacional, y que no tan fácil podrá evadirse.

Incluso hay quienes se han mostrado muy mezquinos al tratar de lucrar con el estado de salud de AMLO, como el caso del senador Ricardo Monreal, quien afirmó a través de sus redes sociales que el virus que adquirió el Presidente habla de que él habría respetado el esquema de vacunación que se implementó de acuerdo a su edad, y que gracias a eso quedó vulnerable para contraer el Coronavirus. Me parece un declaración innecesaria toda vez que hasta la oposición ha expresado el respaldo y sus buenos deseos para que la salud de quien despacha en Palacio Nacional se recupere, mostrando una actitud más humana ante una situación que en verdad preocupa, más que intentar sacarle “raja política”.

Desde este espacio deseamos que exista una pronta recuperación del Presidente, la situación en materia de salud y económica requiere de un jefe de estado, en pleno uso de sus facultades, coincidir o no son sus políticas es parte de la democracia en un país como el nuestro, pero ni desearle el mal, ni ser aprovechados de una situación tan delicada como lo que hizo Monreal, debe evitar medir las consecuencias que implica el estado de salud de un Presidente, los siguientes días serán determinantes.

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