Por: Quetzal Herrera

Los duranguenses fuimos testigos de lo ocurrido tanto al interior como al exterior del Congreso del Estado, pues mientras en sesión extraordinaria las y los legisladores discutían, para luego aprobar por mayoría, las reformas a la Ley Orgánica, a las afueras los grupos de Morena estaban postrados en la entrada principal, militantes y simpatizantes del PRI, PRD y del PAN hacían acto de presencia en una puerta lateral del palacio legislativo, donde se desató una “trifulca” con elementos del Servicio de Protección Federal, donde al final de cuentas el saldo no beneficia a ninguno de los involucrados, pues quien resulta perdiendo es Durango, ya que se avecina una crisis política en la próxima legislatura.

No me parece que se pueda hablar de un tema victorioso para nadie, pues por un lado hay que dejar en claro que un asunto meramente legal se haya trasladado a lo político y tratando por un lado de sacar raja política, y por otro en medio de acusaciones que desde la semana pasada la alianza “Va por Durango” había estado señalando; es decir, que en el terreno de la legalidad habrá de definirse si lo que se hizo estuvo bien o mal, lo que sí es importante señalar es que Morena era natural que iba a reaccionar de alguna forma al tener en la presente Legislatura el poder de modificar dicho reglamento, y lo que parecía que no podrían acceder a la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), con esto podrían estar encabezando el primer año.

El proceso jurídico aún no termina y seguramente el PRI, PAN y PRD, no solo habrán de activarse para contrarrestar en lo jurídico esta decisión, también buscarán la “revancha” legislativa al inicio de la próxima legislatura, y uno de los rubros será en la distribución de las comisiones legislativas, pues al ir juntos podrían “acaparar” la mayoría de las presidencias así como la conformación de las mismas, lo que generará también la poca construcción de acuerdos al interior, sobre todo para los temas que aún se mantienen en la agenda.

En el caso de Morena, de definirse que actuaron apegados a la legalidad, vendrá también la disputa al interior de ese instituto político y de la fracción parlamentaria, de quién estaría al frente de la Jugocopo, pues salvo Sandra Amaya y Marisol Carrillo, que tienen más experiencia, los demás legisladores electos de ese partido no tienen tanto camino recorrido para asumir tal responsabilidad, sobre todo en medio de la tensión que lo del sábado provocó, y desde luego aquí también veremos la capacidad de Marina Vitela para que los candidatos que respaldó y construyó en Gómez Palacio pudieran encabezar el primer año en el Congreso, lo que hablaría del poder que tiene con la dirigencia nacional, y sería un mensaje rumbo al 2022. Las cosas al interior de Morena no pasarán por un camino “terso” al momento de la definición.

Hablamos que con los hechos ocurridos el sábado pasado quien resulta perdiendo también es el ejercicio de la política, cada vez más desacreditada ante la sociedad, y que los políticos y sus partidos, todos, se han encargado de desprestigiar; y seguramente esto menguará cualquier intento de una verdadera democracia en nuestro estado, pues el abstencionismo es cada vez más alto y la inversión para tener unas elecciones participativas se cae con estas acciones, así de sencillo, estos hechos no le abonan a que los ciudadanos tengamos una buena impresión de los partidos, por ende todo esta molestia se reflejará en las urnas.

Twitter: @Quetzalh