Por: Quetzal Herrera

A pesar de que en los últimos días se ha filtrado que hoy estaría en nuestro estado el dirigente nacional interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, se sabe que no será así sino en el transcurso de la semana, aún sin definición de un día en concreto, donde por ahora se habla de que vendrá a dar a conocer dos nombramientos que se desprenden del trabajo de algunos militantes de ese partido que le apuestan a mantener el llamado “Grupo de Unidad Durango” (GUD), se trata de quien sería el enlace con el comité ejecutivo nacional en la persona de Adolfo Villarreal, y de quien hasta hoy sería el próximo delegado con funciones de presidente en el estado, Rafael Palacios; ambos “palomeados” de cierta forma por los integrantes de dicho grupo, lo que habla de que a pesar de algunos señalamientos hay quienes ven en este esfuerzo de caminar hacia el mismo lado, como la principal opción de cara al próximo proceso electoral.

Hemos mencionado en otras entregas, que el principal riesgo en el que puede caer Morena a nivel nacional, es llegar divididos a una elección donde es necesario que obtengan la mayoría en el Congreso de la Unión, y que la serie de grupos del que está integrado este instituto político deberán mantener el diálogo permanente, y parece que esa fue la ruta que el GUD ha seguido, pues quienes lo integran empiezan ya a mover las piezas del ajedrez morenista para establecer los acuerdos, y quienes también estarán obligados a escuchar todas las voces que le sumen sobre todo al proyecto de nación que busca el propio Presidente.

Parece ser incluso, que Durango es el único estado que ha formado este grupo de unidad, poniendo el ejemplo del camino que se debe seguir, porque antes de cualquier nombramiento en cargos partidarios y de selección de perfiles para elegir las candidaturas, me parece que es fundamental que en la mesa se encuentren representados el mayor número de interesados en la construcción de dicha unidad; además se encuentran en un momento clave con la renovación de la dirigencia nacional, por lo que la fortaleza que se pueda mostrar en las entidades federativas será el parteaguas para ser competitivos en el 2021.

De confirmarse los dos nombramientos en mención, tanto Adolfo Villarreal como Rafael Palacios, tendrán la responsabilidad de generar el diálogo con todos los grupos de los aspirantes a la dirigencia nacional que están en nuestro estado, ser el puente en la construcción de los acuerdos con la dirigencia nacional, porque ninguna voz sobra en un partido que tiene posibilidades competitivas en materia electoral, donde deberán comprender y aprender de la historia política en nuestro país, partidos que se cerraron a las exigencias de sus militantes y simpatizantes terminaron en la orfandad ciudadana, de ese tamaño es la enorme piedra que habrán de cargar entre ambos.

Se trata de que esta decisión, de concretarse en la semana, conlleve una fuerte dosis de equilibrios ideológicos al interior de Morena, pues no se trata de que piensen igual, sino que a través de las divergencias se encuentren los puntos de coincidencia que le permitan a López Obrador tener el principal respaldo político hacia los ciudadanos; evitar ser selectivos en la toma de decisiones que provoque la ruptura del diálogo que llevan avanzado; solo así podrán quitarnos ese estigma a varios que pensamos que la unidad pende de alfileres, no por las expresiones actuales, sino por la historia que vienen arrastrando desde que llegaron a la máxima magistratura del país en el 2018.

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