Por: Quetzal Herrera

Parece que la palabra “solidaridad” aún queda muy lejana en gran parte del Gobierno y sociedad, más cuando se supone que los mexicanos nos hemos caracterizado por la unidad entorno a cualquier tipo de desastre al que nos hemos enfrentado, hoy el Coronavirus ha evidenciado en realidad que no hemos sido parejos con quienes día a día se la han estado jugando por cuidar nuestra salud: Médicos, enfermeras, socorristas, camilleros, personal de servicios generales y administrativos de hospitales; han recibido no solo la espalda en cuanto a las necesidades para llevar a cabo sus funciones, también el rechazo de quienes con poca información o haciendo caso a datos incorrectos han creado la indiferencia en nuestras calles y en el transporte público con este sector; debe quedar claro, ellos y solo ellos serán quienes lleven las cosas al estado en el que todos deseamos, su entrega y dedicación no está a discusión, pues las largas jornadas de guardias lo dejan de manifiesto.

Desde el lado oficial, se debe entender que el hecho de reconocer las carencias en los centros de salud no los hará vulnerables como administración, al contrario, se trata de que a través de una valoración real se establezcan los mecanismos de atención inmediata, ya que ningún Gobierno está preparado para una pandemia con estas características, por lo que no están obligados a tener el número de espacios y pruebas suficientes, creo se tiene que partir de esa realidad y darle prioridad a las zonas más urgentes; me parece que en el caso específico de Eugenio Derbez por ejemplo, no me parece que sea ninguna estrategia para golpear al gobierno de López Obrador, se trata tan solo de una voz intermediaria para que los reclamos sean escuchados, insisto, si se parte de una realidad es más sencillo atacar las causas, nada gana esta administración federal con tratar de engañar y engañarse con nula o mediana información.

Como sociedad tampoco hemos llegado a entender la importancia de esas personas que aún con los riesgos que implica para ellos y sus familias, salir a atender a personas que ni siquiera conocen tan solo porque es su trabajo, su vocación, desde luego estarían mejor también quedándose en casa, pero son ellos precisamente quienes tiene que salir a partírsela por los que no se quedaron en casa; por lo que es reprobable cualquier tipo de agresión en contra del personal médico en sus distintas ramas, por el contrario debemos generarles las condiciones necesarias para el mejor desempeño de sus funciones. Cómo explicarse que estos guerreros y guerreras en lugar de recibir aplausos por su esfuerzo reciban cubetazos de agua con cloro como le ocurrió a una enfermera en la Ciudad de México; o arrojándole café como sucedió en nuestra ciudad; aquí es donde realmente necesitamos la unidad de todos, real, y no de “dientes para afuera”.

Claro que deberán existir las sanciones correspondientes a quienes agredan a los trabajadores de la salud; también deben verse apoyos de asociaciones gremiales que tiene a su cargo las concesiones del transporte público, en el caso de Alianza ya han diseñado e implementado una estrategia de respaldo a este sector; del lado de la CTM hasta este momento en lo personal no conozco alguna postura, pero sin duda algo deberán implementar, no es posible que con esos casos documentados de agresiones y luego ya casi de 30 días de la emergencia sanitaria, este gremio aún no se haya sumado de alguna manera.

Twitter @QuetzalH

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