Por: Alejandro Flores de la Parra

Este miércoles, el presidente López Obrador, estrenó su sección «Quién es quién en las mentiras de la semana» que, como espectáculo televisivo del prime time, tuvo a sus fanáticos esperando con ansia loca. Esta nueva dinámica que habrá de tener en su conferencia matutina, presuntamente, documentará y exhibirá las noticias falsas que, a juicio de su equipo, se difundan en los medios de comunicación convencionales y en redes sociales.

Con titulares como “Nado sincronizado”, “Noticias amañadas”, “reproducción de contenidos en masa” y “menciones honoríficas”, el presidente tiene la intención de que, en México, “se vaya contando con información, elementos y tengamos cada vez más una ciudadanía muy consciente, no susceptible de manipulación y que permanezca siempre la verdad, que es la que nos hace libres”.

Este circo mediático será presentado por Ana Elizabeth García Vilchis, antropóloga Social de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), que los últimos 10 años habría destacado como coordinadora de Contenidos Web, en La Jornada de Oriente y que, por primera vez, estaría desempeñando un cargo para el Gobierno federal, quien fue enaltecida por el mandatario debido a su valor civil para hacer denuncias argumentadas.

Sin embargo, no crea usted que se trata del producto de una búsqueda entre periodistas independientes, pues García Vilchis figuró en los listados de candidaturas de representación proporcional (plurinominales) por Morena, para el Congreso de Puebla, lo que ya nos habla un poco del probable sesgo que pueda tener para realizar juicios sobre la veracidad y, sobre todo, sobre la importancia y trascendencia que tienen para con la sociedad.

Según el presidente, este ejercicio informativo no debería ofender a nadie, pues solo busca orientar a que el “noble oficio del periodismo”, sea un imperativo ético, asumiendo la responsabilidad de respetar a la gente, sin mentir impunemente, como aquellos que eran intocables y que pueden cuestionar y hasta destruir la dignidad, la moral y el prestigio de las personas.

Que algunos medios de comunicación busquen incidir en la percepción y la opinión popular respecto a los temas políticos, económicos y sociales de este país, no es nada nuevo. Lo preocupante es que, el presidente de los mexicanos, no nos crea lo suficientemente capaces de discernir y vea necesario explicarnos qué es verdad y qué es mentira. Preocupante también que, mientras no quiere que ellos lo hagan, él incide directamente no solo en esos temas, sino en la percepción social respecto a la prensa y sus fuentes de información, que pareciera que, más que desenmascarar mentiras, persigue cristalizar su sueño más guajiro: ser presentador de televisión.

Twitter: @AlejandroFdelaP