LA PALABRA DEL GIOCONDO… La unión hace la fuerza
Por: Alejandro Flores de la Parra.
En los pasados días hemos visto que hay gente que antepone los intereses personales y sus aspiraciones políticas, al desarrollo de Durango. Tal es el caso del autodenominado «superdelegado», Manuel Espino Barrientos, quien ha querido vender la idea de ser el elegido por el mismísimo Presidente de la República para dicha tarea. En su circo de medios y «simulación posicionadora», se ha enfrascado en un enfrentamiento político mediático con las legisladoras federales por Morena, que parecieran tener más interés en la posición que Espino presume suya, que en la otorgada por la ciudadanía en las urnas.
De forma paralela, en lo local tenemos a unos Gobiernos estatal y municipales preocupados por contar con los recursos necesarios para cumplir los objetivos de desarrollo de nuestra entidad. Unido a ellos, el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Esteban Villegas Villarreal, ha hecho un llamado a la unidad de los tres poderes y de los sectores privados, en favor de un proyecto sustentado en estudios económicos, para ser presentado ante la Presidencia de la República, para que la Federación sostenga y absorba el gasto educativo de Durango. En este tema, estamos hablando de tres mil 700 millones de pesos, que podrían ser, incluso, cinco mil millones anuales si se incluyen otros organismos.
A decir del diputado local plurinominal, este caso ya tuvo éxito en Michoacán, donde la federación dispersa 270 millones de pesos en cada una de las 24 quincenas del año, liberando a la entidad federativa de la erogación de las participaciones fiscales que le correspondía hacer. Si lo comparamos con estados como Baja California, que recibe más de medio millón de pesos anuales por cada centro de trabajo registrado ante la SEP, Durango sólo recibe poco más de sesenta y dos mil, lo que representa una diferencia bastante significativa y, bajo el argumento de que los estudiantes duranguenses valen lo mismo que los peninsulares, se justifica perfectamente la solicitud.
Este recurso que, si se logra liberar del gasto comprometido para el estado de Durango, podría ser invertido en infraestructura que beneficiaría a todos los sectores productivos, a la comunicación territorial, al impulso de la economía local con la derrama que representa construir e, incluso, al mismo sector educativo que tiene deficiencias significativas en su infraestructura alrededor del territorio estatal.
Con una medida como ésta, crearíamos una burbuja de oxígeno que nos permitirá, como estado, respirar mientras nos hundíamos en un mar de preocupaciones presupuestales y, asimismo, garantizaría la tranquilidad y estabilidad salarial del magisterio, así como el cumplimiento oportuno de sus derechos y prestaciones.
Nunca creí que diría algo así, pero bien por el diputado Esteban Villegas que está dando una muestra de civilidad política y demuestra su conciencia hacia el hecho de que la unión, hace la fuerza.
Twitter: @AlejandroFdelaP