Por: Alejandro Flores de la Parra

La Cámara de Diputados, será el hervidero político en los próximos tres años, pues si bien Morena tuvo un retroceso respecto al número de espacios que por sí solo y con sus aliados obtuvo en 2018, contará con lo suficiente para hacer, de la voluntad del presidente, una realidad. Sin embargo, como se sabía desde el pasado 6 de junio, el reto será mayúsculo, pues la operación política será fundamental y, su principal alfil en el Senado, había sido desdeñado por el propio López Obrador respecto a sus aspiraciones para sucederle en la presidencia en 2024, por otro lado, la designación del coordinador de la bancada morenista en la Cámara baja, deberá considerar que no hay espacio para errores ni para dejarse poner contra la pared.

Si bien, López Obrador sabe que su equipo operador, en la Secretaría de Gobernación y la propia oficina de la Presidencia, no tiene las tablas para lograr reunir las voluntades de los aliados, mucho menos para lograr conciliar y negociar, de manera efectiva, con los adversarios. Por ello y como nunca, dependerá de sus legisladores en el Congreso de la Unión.

La siguiente legislatura dejó a Morena con 198 diputados, 76 que llegaron gracias a los votos en las urnas y 122 por la vía de representación proporcional; sus aliados, que hoy pondrán en el precio más alto su apoyo, lograron 80 lugares dentro de la Cámara; el Partido del Trabajo logró 37 diputaciones, siete por mayoría y 30 en plurinominales; mientras que el Verde tendrá 43, 12 de mayoría y 31 pluris.

El bloque opositor tendrá 199 diputados, repartidos en 114 para Acción Nacional, 41 de mayoría relativa y 73 plurinominales; el PRI 70, 30 en las urnas y 40 en representación proporcional; el PRD solo 15, 8 en las boletas y siete en proporción. Esto obligará al presidente a ceder un poco, ya sea para jalar algunas intenciones de su principal adversario grupal, o a negociar para convencer a un Movimiento Ciudadano que, a cambio de sobrevivir, podría acceder a sus caprichos, pues obtuvo 23 curules, 16 de mayoría y siete plurinominales.

Sin embargo, con los 278 con los que cuenta con el PT y el verde, podrían ser suficientes para lograr cualquier iniciativa o reforma no constitucional, como el tema del propio Presupuesto de Egresos de la Federación, para el ejercicio fiscal 2022. Con los 222 restantes, a empezar a endulzar oídos y prometer carrera, para que más de uno caiga redondito.

En fin, como siempre, como en todo, el pueblo y sus necesidades quedan de lado, pues lo que buscarán, será torcerle el rabo al que se deje para seguir avanzando posiciones rumbo al 2024, del que sabemos ya tiene una tómbola de posibles sucesores que estarían dispuestos a esperar sacarse la rifa del tigre, porque así que se vea fácil la cosa, nada más no.

Twitter: @AlejandroFdelaP