Por: Alejandro Flores de la Parra

El presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Arturo Yáñez Cuéllar, empezó a conformar su equipo para fortalecer las diferentes áreas al interior del instituto político, con miras al proceso electoral 2022. No todo fue “borrón y cuenta nueva”, pues reconociendo el desempeño y los logros que algunos han tenido al frente de sus encargos, ratificó nueve posiciones, dando a conocer un primer paquete de nombramientos de quienes serán sus brazos dentro del partido, en los que destacaron 14 incorporaciones.

Al hacerlo, Yáñez Cuéllar afirmó que la tarea más importante, es demostrar a los duranguenses que, el PRI, es un partido que se adapta a lo que la sociedad demanda, renovado, con liderazgos modernos y una mezcla generacional muy interesante, que debe estar a la altura de las nuevas circunstancias de Durango y al nuevo tiempo que vive el Revolucionario Institucional.

Dejó claro que, en su dirigencia, las puertas están abiertas y que su equipo de trabajo no estará conformado solo por amigos y personas cercanas, sino que, en él, se verán reflejadas las diferentes corrientes y expresiones internas del partido, pues están interesados en construir la victoria del 2022 para que el PRI tenga gobernador y presencia en las 39 alcaldías del estado.

En este evento se hizo acompañar de su compañera de fórmula y secretaria general, Rocío Rebollo Mendoza y del delegado del Comité Ejecutivo Nacional, Roberto Padilla Márquez, de quienes hizo el reconocimiento y destacó que, todos, son parte de un equipo que debe trabajar en favor de todos sus militantes.

La tarea no es sencilla y el principal reto de la presidencia de Yáñez Cuéllar es lograr amalgamar las los esfuerzos de grupos que, por distintas circunstancias, se han sentido relegados o que han recibido un respaldo disminuido por parte de los anteriores dirigentes, abriendo una herida que no ha cicatrizado del todo. La actitud conciliadora, de reconocimiento y de trabajo conjunto en la que ha basado sus discursos, dejan entrever una verdadera intención de trabajar en una verdadera integración, lo que seguramente se verá traducido en un activismo y despliegue territorial mucho más efectivo, que permita que los duranguenses puedan sentirse identificados con ese partido político.

¿Qué sigue? El reto más grande; donde se habrá de cocinar una alianza que, como en olla de presión, deberá ponerse a fuego lento para evitar que explote. En esa negociación, no habrá lugar para egolatrías, petulancias ni vanidades, pues si pretenden competir, el único objetivo debe ser hacerlo con los perfiles que permitan garantizar los mejores resultados electorales, sin lugar codicias, apetencias o envidias, pues buscar sacar el mejor provecho para uno u otro partido, podría dejarlos, a todos, como el perro de las dos tortas. Así que, la renovación de la cartera, debe ser con miras a brindar sangre nueva, sin perder de vista el principal objetivo.

Twitter: @AlejandroFdelaP