Por: Alejandro Flores de la Parra

Pasaron 60 días de bombardeo político desde que empezaron las campañas federales, donde se empataron 45 días que reforzaron la propaganda con los aspirantes del proceso local. Literalmente, podía uno encontrarlos hasta en el baño, pues faltaba entrar a alguna red social desde un dispositivo buscando despejar la mente, para escuchar la voz de alguno de los que, dicen, van a hacer que todo mejore.

Si no son los que culpan de todo lo malo al actual presidente de la República y su Cuarta Transformación (4T), olvidando que han sido parte de una decadencia política y una inoperancia administrativa que orillaron a la gente a votar con la víscera en 2018; son los otros, los que sin importar cuán cuestionables sean las acciones y políticas públicas o la falta de resultados tangibles, son capaces de defender la causa lopezobradorista contra cualquier argumento, por más estructurado que sea, desacreditándolo como malévolo y perverso, mientras aplauden hasta la gratuidad de la aplicación de las vacunas, como si en México siempre se hubiera cobrado por las vacunas, o como si no supiéramos que son pagadas con las aportaciones de los contribuyentes. Como sea, era imposible no encontrarse con uno u otro mensaje que saturó la psique colectiva.

Por fin, esta noche, todo será paz. Ahora viene la reflexión social, la difícil decisión de dar continuidad o poner freno con las propuestas de los candidatos, según el criterio de cada votante y con base en la realidad que cada uno viva. Pero aún más importante, posterior a la reflexión, viene la acción. Tendremos tres días para masticar lo que nos dicen, lo que nos prometen o lo que nos señalaron de sus adversarios, para entonces acudir a las urnas y poner nuestra piedra en algún lado de la balanza. Estará en nuestras manos el poder de dar o quitar, pero, ¿Cuántos estarán dispuestos a usarlo?

Dicen que un pueblo tiene el Gobierno que merece, con lo que muchos no concuerdan porque están seguros que los mexicanos merecemos más, pero que se entiende cuando los reportes del abstencionismo posterior a la elección, superan el nivel de participación de la sociedad.

Este domingo 6 de junio, no solo está en juego las posiciones de nuestros representantes en el Poder Legislativo, sino la muestra de que como sociedad hemos evolucionado y que sabemos la importancia de nuestra participación activa en los temas que definen el rumbo que nuestro país debe tomar. Este domingo, la ciudadanía debe hacer valer su derecho, a la vez que honre la vida de aquellos que han muerto en pro de nuestra democracia y de hacer que nuestra voz tenga un valor en las decisiones que definen las acciones de los gobiernos.

Twitter: @AlejandroFdelaP