Por: Alejandro Flores de la Parra

El pasado viernes, por si faltaran aspirantes, también alzó la mano para la candidatura por Morena a la gubernatura de Durango en 2022, la senadora Lilia Margarita Valdez Martínez, quien en 2018 tuvo la fortuna de ir abanderada por la coalición “Juntos haremos historia”, en fórmula con Alejandro González Yáñez, “Gonzalo”, líder y alma del Partido del Trabajo en Durango.

Morena, como era de esperarse, habría de incubar muchas aspiraciones, algunas con miras mucho más altas que sus credenciales y trayectoria política, ahora que los que se sienten cercanos al presidente de la República, gozan, además, de una sensación de fortaleza, gracias a los resultados obtenidos en el pasado proceso electoral de 2021, donde Morena obtuvo más de 186 mil votos, superando por más de 50 mil al PRI, y más de 80 mil al PAN. Tomando únicamente esos números como referente, cualquiera pensaría que Morena la tiene sencilla y que es el rival a vencer, pero hay factores que podrían enfriar los pechos hinchados de muchos orgullosos que, parece, no caben ni en los pasillos, pues, en primer lugar, tendrán que enfrentar a una inminente alianza entre PAN-PRI-PRD que, tanto en números como en resultados, apabulló a la alianza protagonizada por Morena-PT. Además, otro factor en contra es que los números obtenidos tuvieron la incidencia de ser respaldados por una elección federal, donde la propaganda política emitida desde Palacio Nacional, logró influir en la intención del voto.

En 2022, además de la gubernatura, se renovarán las 39 alcaldías del estado, mismas que, en 2019, Morena solo pudo obtener una que, si bien es la segunda más importante, el movimiento quedó borrado de cualquier otra región del estado, donde en la capital obtuvieron la peor marca, quedando en un nada honroso quinto lugar, en la candidatura encabezada por el actual líder estatal del partido, Otniel García Navarro. Además, este año, a pesar de la gran cantidad de votos obtenidos, solo lograron una de las diputaciones federales y solo tres de las diputaciones locales, todas concentradas en Gómez Palacio, donde actualmente gobiernan y donde la nómina municipal y los programas sociales, forzosamente, fueron factor.

La unidad del movimiento, se ha visto puesta a prueba en dos ocasiones desde que Andrés Manuel López Obrador no aparece en las boletas, mismas que, en Durango, ha dado muestra de que no existe un proyecto integral que incluya las diferentes corrientes internas, pues no ha habido cabida para que todos se vean representados, lo que ha provocado riñas y grillas, desestabilizando desde adentro y dejando los resultados referidos. La inclusión de la Senadora a la pelea por la designación de la candidatura, podría ser más costosa de lo que abone a la pluralidad y democracia que tanto pregonan, pues empezará una operación de todos contra todos, donde todos podrían salir mermados en un partido en el que cualquiera puede decirse aspirante, tan fácil, como alzar la mano.

Twitter: @AlejandroFdelaP