El pasado martes, platiqué con el exdiputado por Morena, Iván Gurrola Vega, en el podcast «La Galería del Giocondo», que está disponible en la plataforma de Spotify, sobre lo que viene para Morena en 2022. Ahí, le cuestionaba sobre sus aspiraciones rumbo a la próxima elección, ya que, sin duda, debería ser uno de los perfiles que deberán ser tomados en cuenta por su partido para buscar una posición importante, pues su desempeño al frente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) fue destacable, no solo por todos los acuerdos y el avance en el trabajo legislativo que dejó al Congreso del Estado prácticamente sin rezagos y entregando resultados más que aceptables, sino porque, además, lo hizo en un tiempo récord, de apenas cinco meses, con un hándicap muy importante, como lo era el entonces corriente proceso electoral, que pudo haber frenado muchos acuerdos y, no lo hizo, gracias, en parte, a una mostrada capacidad para crear consensos.

Sin embargo, pese a la pretenciosa pregunta que buscaba, al menos, un esbozo de “destape”, la respuesta de Gurrola Vega fue muy clara: Morena debe preocuparse por generar un proyecto de Gobierno y saber para qué se quiere llegar al poder; “saber qué vamos a hacer con el Gobierno cuando ganemos”, me dijo. Además, agregó que, desde su perspectiva, en la política no se trata de ver a quién le toca ser candidato, tampoco se trata solo de cuestión de género, pues si es para hombre le toca a equis o, si es para mujer, le toca a zeta. Muy claro, me precisó que no importa el perfil, Morena deberá tener claro el camino y no llegar a improvisar y a ver cómo le hace, debe erigir un plan que, sin importar quién encabece, tenga el respaldo de un proyecto de Gobierno construido por la sociedad y las diferentes representaciones al interior del partido.

Dicen que nadie experimenta en cabeza ajena, pero el exdiputado aseguró que la falta de claridad en el actual Gobierno estatal, ha hecho que los esfuerzos sean dispersos, permitiendo lugar a improvisaciones que han terminado costando mucho, no solo a la imagen del gobernador y su partido, sino a la sociedad duranguense, como ejemplo, el “SEDECOgate”, que no logró que los esfuerzos del gobernador por aminorar las consecuencias económicas del confinamiento obligado por la situación sanitaria, dieran un verdadero impulso a las micro y pequeñas empresas duranguenses, que terminaron por sucumbir, todo, por una mala decisión y acciones poco efectivas de su equipo de trabajo.

Sin duda, a pesar de que uno esperaría que, como han sido algunos casos, las ganas de participar y seguir acrecentando la carrera política les hiciera mostrar sus intenciones, la madurez y prudencia con la que se ha expresado, merece un análisis a conciencia, pues son pocos los políticos que hablan de proyectos de gobierno construidos para quien llegue y no busca llegar para empezar a pensar para qué lo quiere. Ojalá puedan escucharlo, que fue bastante interesante.

Por: Alejandro Flores de la Parra

Twitter: @AlejandroFdelaP