Por: Alejandro Flores de la Parra

La pandemia del COVID-19, ha llegado para quedarse, al menos por mucho más tiempo de lo que se tenía previsto. Sin embargo, y a pesar de que la sociedad tendrá que aprender a vivir con ella en una «Nueva Normalidad», ninguna economía en el mundo pudo soportar más tiempo las restricciones y, aunque en algunos países como Estados Unidos y las economías más sólidas de Europa, donde se presumía control, han sufrido rebrotes, han comenzado una desescalada para reactivar los flujos de efectivo y caminar en nuevos sentidos al ser insostenible la situación de colapso económico que enfrentan. En México no es diferente y, a nivel local, es momento de ver hacia adelante y empezar a trabajar en una verdadera reactivación económica.

Después del escándalo vivido al interior del Gobierno del estado con el “SedecoGate”, donde algunos funcionarios, quizá de buena fe, ponderaron de manera equivocada hacia quiénes dirigir los esfuerzos y recursos del «Fondo Durango», y ante una afortunada intervención del titular del ejecutivo estatal, José Rosas Aispuro Torres, los recursos han sido resignados, buscando impulsar las microempresas que, difícilmente, tendrían acceso a otras formas de financiamiento y ha mejorado sus reglas de operación, ya que las originales, no estaban siquiera pensadas para una situación de emergencia como la ocasionada por la propagación de este virus.

Con este marco de referencia, la administración municipal de Jorge Salum del Palacio, ha apostado por la reactivación de las empresas más vulnerables y, a pesar de no contar con los mismos recursos del estado o la federación, ha dado muestra de la gran capacidad de gestión de quien le encabeza, quien logrando alianzas estratégicas con banco AFIRME, podrá ofrecer dos esquemas crediticios en favor de quienes más lo necesitan.

El primero, siendo uno de los compromisos de campaña del Alcalde capitalino, va dirigido a las mujeres, donde en grupos de 12, podrán acceder a créditos desde dos mil 500, hasta seis mil pesos, con una tasa del 0 por ciento de interés y en los que, como único requisito, deberán tener seis meses o más de operación y tendrán tres semanas libres para no tener que realizar ningún pago y, al ser puntuales en el resto, el municipio habrá de absorber los últimos tres abonos.

El otro esquema será de microcréditos dirigidos a boleros, músicos, taxistas y personas que practican algún oficio o prestan algún servicio, sin avales ni revisión del buró de crédito, con montos desde tres mil pesos con un tres por ciento de interés mensual; hasta cinco mil pesos con un dos por ciento. También contarán con un mes sin tener que realizar un primer pago.

En un tercer esquema de crédito, por medio de los recursos del Fondo para la Consolidación de la Microempresa en Durango (FOCMED), para empresas establecidas que tengan su alta ante el SAT y el SDARE, habrá montos de crédito entre los 15 mil y los 25 mil pesos, con una tasa anual del nueve por ciento y donde tendrán hasta dos meses sin tener que realizar el primer pago, presentando solo ocho sencillos requisitos.

Sin duda, a pesar de que la tarea no es fácil y la situación no fue prevista, serán acciones que fortalezcan de manera conjunta, los esfuerzos estatales y federales por salvar los pilares de nuestra economía y, retribuir una de cal a los contribuyentes, por las de arena que sacan adelante este país. Esperemos que el esfuerzo sea suficiente y apoyemos a nuestros comercios locales, que tanto nos necesitan.

Twitter: @AlejandroFdelaP