Por: Eduardo Ortega Solano

La integración de las huestes morenistas, es variopinta, prácticamente como en botica, se pueden encontrar entre sus militantes, de chile, dulce o de manteca. Morena nace como un movimiento cuya razón de ser: Fue llevar a López Obrador al poder. Para la formación de este sui géneris partido se incorporaron una cantidad importante de expriistas derivados de varias etapas y movimientos como “la corriente democratizadora”, que fue fundamental en la posterior creación del PRD, también del tiempo paleolítico, de donde surgió el polémico Manuel Bartlett, o del llamado “Nuevo PRI”, en el que como ejemplo se puede mencionar a los legisladores locales: Otniel García Navarro e Iván Gurrola.

También el PAN ha sumado conversos, por ejemplo, la exsenadora Gabriela Cuevas, quien pagó la fianza en el caso del desafuero de AMLO en el 2005, los expresidentes de Acción Nacional: Germán Martínez y Manuel Espino, y por supuesto también emigraron tribus completas del partido del sol azteca (formadas en su momento por los vestigios del PMS, PCM, PMT, PPS, etc.) Pero lo antes mencionado solo corresponde a Morena faltando los partidos que forman la Cuarta Transformación (CT), entre los que se encuentra el PT de origen maoísta, el resucitado PES partido confesional relacionado con los evangelistas y el PV el cual ha colaborado con los mandatarios en turno, siempre y cuando integren parte de su agenda ecológica a las acciones de Gobierno.

El triunfo de AMLO, se dio por el hartazgo generado durante los 70 años del PRI, pero también mucho contribuyó la decepción de los 12 años de Gobierno del PAN, siendo la gota que derramó el vaso el sexenio del llamado “telepresidente” del priista EPN percibido por muchos como el Gobierno más corrupto de la historia. Aunque atribuir el triunfo de AMLO en el 2018, exclusivamente a esto, es una postura profundamente ciega y simplista. No se puede omitir la ola esperanzadora que generó el llamado “efecto AMLO” que repercutió como nos dimos cuenta, en el triunfo de candidatos desconocidos, algunos ni siquiera hicieron campaña, el solo hartazgo se hubiera traducido tan solo en abstencionismo, Andrés Manuel es el presidente más legítimo de la historia de México, obtuvo el 54 por ciento con un 63 por ciento de participación ciudadana; votación superior a la de sus adversarios juntos, no se puede comparar con el triunfo de Vicente Fox en el 2000, cuando ganó con un 42 por ciento tan solo un seis por ciento de diferencia con Labastida

El triunfo de Vicente, fue resultado de la suma de el PAN, también de organizaciones civiles (como amigos de Fox) y la influencia de el mismo candidato, pero en su plan de Gobierno se debía reflejar el sello de Acción Nacional, para esto fue el sufragio de la gente. Los votos de AMLO son tan solo producto de AMLO… la gente votó por ello, por todos es conocida su forma de pensar esta ha sido expresado en sus 12 años de campaña, nos agrade o no el Presidente ha sido congruente con su retórica, ha dicho insistentemente que el gran problema de México es la corrupción, atribuye la pobreza de los mexicanos a los gobiernos neoliberales, afirma que la venta de paraestatales sólo beneficia oligarquías, promueve la repartición de la riqueza de abajo para arriba, ha mencionado ¡al diablo con sus instituciones! (aunque ha dejado claro la diferencia entre “sus” y “las”) el slogan que más lo identifica “por el bien de todos primero los pobres” no existían razones para pensar que gobernaría de la misma forma de sus antecesores ¿O qué motivos dio para pensarlo de esa manera?

Existe una corriente de opinión asegurando que el Presidente polariza, me parece lógico y natural que las ideas antagónicas se polaricen de forma natural, sin embargo, no están claras las ideas de la oposición, ahora su discurso está basado tan solo en señalar lo que afirman que son fallas de AMLO, pero carecen de propuestas, los partidos tienen en el olvido su plataforma ideológica fomentando tan solo la postura de todos contra AMLO. Esto provoca el surgimiento de oposiciones ilegitimas como FRENNA que desestima las urnas, pero también organizaciones como “sin partidos es mejor” debemos buscar contrapeso, pero con planteamientos no solo descalificaciones, la afirmación que la ideología ha pasado de moda en los partidos políticos es absurda, y la muerte adelantada de nuestra incipiente democracia.

Twitter: @eduardoortegas