La prudencia
Por: Emmanuel Salazar
El revanchismo es una de esas malas consejeras que se presenta en nuestro sistema político mexicano de manera cíclica, entre quienes arriban a una esfera de poder y quienes la abandonan, y tarde que temprano se tendrá que pagar las consecuencias.
Hace tres años, cuando se renovó la autoridad municipal, muchos empleados del área de comunicación fueron desplazados en un movimiento cíclico que fue más allá de un cambiar de lugar, pues como hubo un cambio de partido ganador fueron más agitados los reemplazos.
Quienes llegaron hace tres años hoy preparan maletas para retirarse y vivir lo que padecieron aquellos que hace tres años se despidieron de sus puestos.
Ojalá nadie de los que llegan pierdan de vista que todo lo que ahora viven es pasajero y tarde que temprano llegará el momento de entregar el puesto al cual acceden.
Es pues, ver el tema con cierta madurez para hacer a un lado desplantes que tarde que temprano la vida los cobra, en algunos casos de una manera sumamente fuerte.
En el Gobierno federal ha ocurrido en los últimos meses una transición en la que quienes arribaron al poder también han hecho sentir su presencia a grado tal que, en Bienestar han sido dados de baja una gran cantidad de operadores del programa «Prospera» para ser suplidos por “servidores de la nación”, esa especie de fuerza de choque usada para cuando hay que lanzar porras a favor del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cordura, es lo que hace falta entre quienes han arribado al poder en el Gobierno federal y quizá ese mismo término se deberá aplicar entre quienes acompañen al alcalde electo Jorge Salum en su arranque de Gobierno.
La prudencia no significa en ningún momento dejar impune alguna anomalía, para nada, pero implica poder sustentar lo mejor posible las eventuales denuncias porque como dice el dicho, «los carniceros de hoy serán las reses del mañana».
Lo anterior en ningún momento llama a la impunidad. No, lo que pretendemos es evitar actitudes revanchistas, y si en todo caso existe alguna anomalía qué perseguir se presenten las denuncias correspondientes, es decir, hacer más que decir.
Hace tres años los priistas temblaban, y ahora los militantes de Movimiento Ciudadano se encuentran en la misma situación que los priistas hace tres años, la vida da muchas vueltas, y lo mejor es trabajar lo más recto posible para evitar convertirse en las reses del mañana o el carnicero del día.