Por: Luis Alberto J. López Chávez

Claro está para la mayoría de los mexicanos y no mexicanos, que nuestro país es especial, siempre lo ha sido, lo supieron los conquistadores desde que descubrieron America, y lo siguen sabiendo grandes empresas extranjeras que vienen, invierten, explotan recursos, sacan dividendos y lucran con el inmenso potencial natural y humano que tenemos como nación.

México es una joya natural, uno de los pocos países mega diversos, con recursos que hasta el día de hoy y a pesar de la explotación indiscriminada no se han agotado, con prácticamente todos los climas y ecosistemas del mundo; con personas fuertes, inteligentes y trabajadoras que llevan siglos sorteando adversidades.

Entonces ¿Que falta? Lo que siempre ha faltado, rumbo, dirección, mentalidad y decisión. Nuestra historia, marcada por una conquista y la sumisión de un pueblo a expensas de otro ha arraigado durante generaciones una cultura de conformismo. A nosotros no nos exterminaron para conquistarnos como a los nativos americanos de Estados Unidos, a nosotros nos humillaron, violaron y subyugaron, esa es nuestra idiosincracia, el gran peso que cargamos la mayoría de nosotros; de ser un pueblo ingenioso, pícaro, trabajador, feliz e inteligente pero perseguido por el fantasma del sufrimiento y la resignación.

Esta semana nuestro Presidente de la República declaró que las bases para la transformación ya estaban sentadas, y tiene mucha razón, esas bases están sentadas desde hace mas de 500 años esas bases han existido desde que nos concebimos como pueblo mexicano, el gran problema es que tal vez han pasado 500 años y no hemos sabido cómo aprovechar ese gran potencial.

Es fácil culpar al Gobierno, sin importar el orden que este represente, no obstante, el Gobierno es reflejo de lo que somos como pueblo, y un recordatorio permanente de lo que debemos cambiar como sociedad para mejorar las condiciones que prevalecen.

No existen mesías, ni fórmulas mágicas para cambiar la mentalidad de 130 millones, el cambio tampoco se concibe de lo particular a lo general, sino todo lo opuesto, y aunque en efecto las bases están sentadas, hoy más que nunca estamos lejos de corregir el rumbo como país, hoy existe más corrupción, mas asesinatos violentos, más clientelismo político y mas sumisión que nunca.

Lo único que nos queda en medio de esta crisis sanitaria y de gobernabilidad, es seguir siendo mexicanos, esos mexicanos que encuentran una solución a todo, esos que son solidarios con sus pares, esos que se aman sus raíces y que no les da miedo nada. Esos que avientan el albur, pero también tienden la mano a quien lo necesita, esos que saben que donde comen tres, comen cuatro, esos que están orgullosos de la tierra que los vio nacer.

No existe una varita encantada, ni existe tampoco un ser omnipotente que cambie nuestro destino, lo que sí existe y en demasía, sobre todo en estos tiempos es demagogia, charlatanería y protagonismo, pero de cada uno de nosotros depende el discernir qué es lo adecuado y que no, depende sabernos conscientes de que las bases siempre han estado sentadas, y que en cada uno de nosotros y al mismo tiempo en todos en conjunto, está explotarlas.

Twitter: @luislopezdgo