Por: Alberto de la Rosa Olvera

José Rosas Aispuro Torres es un político con una astucia zorruna incomparable, que oculta detrás de un rostro afable y un carácter campechano; pero a lo largo de su sexenio, ha aplicado al pie de la letra los manuales maquiavélicos, fouchescos y azorinianos del ejercicio del poder.

Desde el inicio supo infundir miedo y por ende respeto, con la ejecución de órdenes de aprehensión a los emisarios de su antecesor, lo que trajo como consecuencia que se aplacaran las conjuras y teorías conspiratorias.

Igualmente, no construyó un perfil que fuera su potencial sucesor para evitar compartir el poder con otra persona o incluso, que llegara el momento en que el poder del elegido fuera igual o superior al del gobernador; por eso es que al cuarto para las doce exhibe sus cartas para su sucesión.

Por ejemplo, el pasado lunes, presentó en sociedad a uno de sus cuadros fuertes, se trata de su hermano putativo Jaime Rivas Loaiza, actual secretario del Bienestar y para lo cual, le ha dado manga ancha para que recorra el estado entregando todo tipo de apoyos a los sectores vulnerables como calentadores solares y mejoras a los hogares como pisos firmes, techos seguros, baños y así por el estilo. Acciones que cambiarán la vida de familias desprotegidas y que, sin lugar a dudas, se quedarán en la memoria del colectivo social.

Más que el relanzamiento de los programas del Bienestar, es el reposicionamiento de Rivas Loaiza, quien iniciará una campaña de tierra y otra de aire con giras mediáticas; ya con días de anticipación ha mandado mensajes interesantes como su reunión con los diputados electos del PRI y del PAN, así como con distintos actores de la sociedad civil organizada.

Es natural la decisión del gobernador en impulsar a uno de sus incondicionales. Sabe que Jaime Rivas jamás lo traicionaría, pues se conocen desde la infancia, fueron juntos a la escuela y vivieron en la misma casa. Han caminado hombro a hombro por las diferentes veredas de su vida política. Sabe que Rivas Loaiza conoce mejor que nadie su forma de pensar, domina al dedillo los códigos de la política, tales como no brillar más que el sol y tener a la prudencia como aliada.

Aispuro sopesó que, con la inscripción de Rivas Loaiza en la lista de aspirantes a la silla del Bicentenario, crea un contrapeso tanto en su gabinete como en su primer círculo, para al final tomar una decisión dejando de lado cualquier tipo de imponderables. Falta poco para saberlo, pues el final se acerca ya…

PALABRAS MAYORES

Maribel Aguilera se sube al tren de la sucesión. Sus nexos familiares con Esteban Moctezuma y demás personajes intelectuales del primer círculo de Andrés Manuel, le permiten aspirar a ser candidata de Morena al Gobierno de Durango.

Twitter: @MtroDelaRosa