Por: Alberto de la Rosa Olvera

Ayer se instaló la LXIX Legislatura del Congreso del Estado de Durango, la cual estuvo a punto de no entrar en funciones por la falta de acuerdos en torno a la reforma a la Ley orgánica que fue mayoriteada por los legisladores de la Cuarta Transformación (4T) antes de concluir sus funciones.

Nadie cedía. Morena no quería perder el control total del Congreso durante el primer año de la legislatura que apenas comienza y, por otro lado, la coalición ganadora conformada por el PAN y el PRI, amagaban con no acudir a la instalación de la misma por lo que ellos calificaron como un “agandalle”.

Las cosas se pusieron color de hormiga, en el ambiente político reinaba la incertidumbre por la parálisis parlamentaria que se avecinaba y las consecuencias jurídicas de violación al orden constituido, podrían haber sido fatales.

Sin embargo, las aguas tempestuosas se apacientaron gracias al elevado oficio político de Ricardo López Pescador, coordinador parlamentario del PRI en esta nueva legislatura.

López Pescador tiene amplio dominio de los avatares parlamentarios, de lo que implica el cabildeo y el consenso, previos pasos del disenso y la diatriba, por lo que supo tejer fino para que todo volviera a la normalidad.

Sin embargo, Ricardo López, no pudo solo, para ello tuvo que apoyarse con dos de sus compañeros que también son viejos lobos del mar en las lides legislativas, tales como Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez y Luis Enrique Benítez Ojeda, quienes le aportaron los conocimientos jurídicos y políticos para darle la vuelta a la reforma citada en el primer párrafo.

Con las medidas adoptadas de común acuerdo por las bancadas parlamentarias, se conservó el espíritu de la Ley en que no solamente la Junta de Gobierno sea rotativa sino también las áreas torales del funcionamiento administrativo del Congreso, dotando a este poder de un mosaico plural.

En este sentido, no hay que perder de vista a este trío legislativo integrado por López Pescador, Pacheco Rodríguez y Benítez Ojeda, quienes, sin lugar a dudas, darán mucho de qué hablar no solamente por sus aspiraciones políticas a la gubernatura sino por la productividad legislativa que pueden aportar a la LXIX Legislatura.