Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Carlos Salinas privatizó el Puerto de Veracruz por 50 años y, el 6 de julio de 2018, apenas cuatro días después de las elecciones federales en que cambió la vida del país, Peña amplió la concesión hasta el 2094, es decir, por un siglo. Durante todo ese tiempo nos vendieron la idea de que el tres veces heroico puerto jarocho, era una empresa de Estado, lo cual es falso, pues si fuera del Estado, o sea pública, no tendría porque concesionarse y aun que así fuera, no por tanto tiempo, algo similar a lo que hicieron los americanos con el canal de Panamá. Por si esto fuera poco, Administración Portuaria Integral de Veracruz S.A. de C.V, empresa favorecida por un centenario, en absolutamente nada ha contribuido a mejorar las condiciones del puerto, ni de su entorno ni de sus habitantes. Los volúmenes de carga y manejo de contenedores, es mayor en Lázaro Cárdenas, en Manzanillo y hasta en Tampico.

Este tipo de concesiones, al igual que las mineras, son en detrimento de la República. Resulta muy extraño qué después de que se llevaron a cabo las elecciones se entregara la concesión de todo el puerto de Veracruz. La pregunta es quiénes son los beneficiarios y de a cuanto fueron los moches. Si bien es cierto el estado nunca pierde el dominio sobre lo que le pertenece, este se interrumpe porque se entrega una concesión, y más cuando es por casi dos generaciones. Se dice que nos ponen condiciones leoninas cuando estas son demasiado duras, abusivas o prácticamente imposibles de aceptar o de cumplir.

El término leonina es el adjetivo que corresponde al león y alude a una conocida fábula recogida por el griego Esopo en el siglo VI a.c. y titulada «Las partes del León». En ella se cuenta que un león, una zorra y un asno fueron de caza y, a la hora de repartir las piezas capturadas, dividieron el botín en tres partes, el león mató al asno y luego le dijo a la zorra: «La primera para mí, que soy el rey de la selva; quedan dos: Una para mí, pues vamos a medias en la caza, y la otra también, si no quieres que te pase lo mismo que al asno». Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, se dice específicamente que una cláusula o condición de un contrato es leonina cuando resulta ventajosa para una sola de las partes. Se llama contrato leonino, al que se pacta que todas las ganancias sean para uno o algunos de los socios y todas las pérdidas para los demás.

Observando los rectos principios de la equidad, está reprobado por las leyes y es nulo. De no modificarse el marco jurídico, continuará el despojo a la nación en sus diferentes vertientes afectando a la hacienda pública, a la ecología, a los derechos de los trabajadores y al patrimonio de los mexicanos, pues los beneficios por las concesiones se transfieren fundamentalmente a empresas extranjeras a cambio de casi nada. Es por ello que el Presidente de la República advirtió que revisará la manera en que se modificaron las leyes para poder otorgar esta concesión. Señaló que su Gobierno no cederá, defendiendo hasta sus últimas consecuencias los recursos y patrimonio que son de todos y de los cuales solo se benefician unos cuantos, y en el colmo de la desfachatez por cien años, de manera que el contrato leonino del puerto de Veracruz, …va pa’tras.

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