Por: Emmanuel Salazar 

Las lluvias finalmente se hacen presentes en nuestro estado y provocan una preocupación más para las autoridades, las cuales deben lidiar con el COVID-19, a la vez acudir a hacer presencia en las colonias que son afectadas por las lluvias.

Si bien, las precipitaciones pluviales eran esperadas, ya con cierta impaciencia, el agua se ha hecho presente de una manera importante para la zona centro y las quebradas, pues para la Región Laguna se percibe una presencia más moderada.

El problema de tener un importante porcentaje de la población duranguense con un grado de marginación, es que durante este tipo de eventos, la necesidad de apoyo se desborda y realmente no existe la capacidad del Estado para lograr atender a los duranguenses.

Existe además, cierto desentendimiento del Gobierno central para auxiliar al Gobierno municipal y estatal, por lo que ellos deben solventar las cosas como puedan, pues si bien, se llega a solicitar declaratorias de emergencia, eso no es prioridad para un mandatario como Andrés Manuel López Obrador, quien tiene la suspicacia de que esas declaratorias eran minas de corrupción, ello sin que hasta la fecha haya emplazado proceso alguno en contra de cómo se llevaba el reparto de despensas y demás ayudas en el pasado.

Es notorio, pues la falta de articulación del Gobierno federal con los locales, presuntamente por los visos de corrupción de los últimos, aunque eso no llega a ocurrir en aquellas entidades en donde Morena gobierna a nivel local, pues allá se otorga apoyo como se presentaba en el municipio de Gómez Palacio y en donde presuntamente ha cambiado tal circunstancia.

A la entrega de apoyos se sumaron los partidos políticos, en este caso, el PAN y el PRI, sin que se vea abiertamente a Morena realizar alguna intervención de ese tipo.

Los afectados, mañana votantes, se concentran en las colonias de la periferia y en algunas donde las condiciones de urbanización han dejado mucho qué desear.

Los daños en carreteras se multiplican en los municipios de la región serrana, que es donde las precipitaciones llegan a alcanzar niveles realmente comparables con lo que se presenta en el sur del país.

Pese a esas condiciones, los duranguenses seguramente deberemos hacer frente, como podamos a los estragos que dejen las lluvias que ojalá prosigan para al menos garantizar una cosecha en los campos temporaleros del estado.
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