Por: Primitivo Ríos

Con atención y desesperación, la élite del sector de políticos y empresarios “prianistas” de Durango y México que se ha enriquecido saqueando la riqueza nacional y robando del presupuesto público, esperaba que el contenido del informe trimestral del presidente Andrés Manuel López Obrador, tuviera respuesta favorable a su programa económico para enfrentar la pandemia del COVID-19 que -según afirman- ya les ha significado millonarias pérdidas y una grave crisis económica con contracción alarmante del crecimiento del país.

Su programa económico de salvamento y superación de esta crisis la tomaron de un viejo manual de recetas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), a los países del Sur y que contiene como aspectos principales: Privatización de bienes públicos de todo tipo, rescate de empresas privadas en quiebra con recursos públicos, congelamiento de salarios y desaparición de prestaciones de los trabajadores, eliminación de programas sociales, Outsourcing, endeudamiento interno y externo, violación de derechos humanos, uso de la violencia como método de solución de conflictos sociales, promoción de la ideología y cultura de la derecha conservadora, convertir al Gobierno en un comité de administración al servicio del gran capital, discriminación de género y de la diversidad, destrucción de la madre tierra.

Es decir, un programa económico de beneficio para los que más tienen con cargo a los más pobres del país, que en otras palabras significa ahondar la desigualdad social promoviendo la concentración de la riqueza en unos cuantos. Buscan reinstalar el Estado de privilegios y hacer y deshacer con los bienes públicos y riqueza de la nación. Para el gran capital, su interés se centra única y exclusivamente en el dinero y la ganancia, y un desprecio total al ser humano.

En su informe trimestral, el Presidente fue muy claro ante las dudas y falsas esperanzas de estas bandas de pillos de cuello blanco: Por el bien de todos primero los pobres, combate a la corrupción pública y privada y firme hasta sus últimas consecuencias, anulación a los privilegios y a las relaciones de complicidad entre gobierno y grupos delincuenciales.

Andrés Manuel anunció en su informe de Gobierno que es importante dar a conocer que se aprobó la reforma al Artículo 4º constitucional para otorgar, por mandato legal, pensiones a todos los adultos mayores del país, a niñas y niños pobres con discapacidad, becas a estudiantes de familias de escasos recursos económicos y garantizar a todos los mexicanos el derecho a la salud, con atención médica y medicamentos gratuitos.

Este inédito respaldo al pueblo de México, a los mexicanos que más lo necesitan, a través del Plan para el Bienestar y el Empleo, anunciado por el Presidente y que se traducirá en 22 millones de beneficiarios de programas sociales, en la creación de dos millones de nuevos empleos, en el destino de dos millones cien mil créditos para vivienda y pequeños empresarios, es posible porque se ha frenado el saqueo de que fue víctima nuestro país por los gobiernos neoliberales y sus oligarquías empresariales beneficiadas.

Con respecto a la pandemia, el Mandatario recalcó que “cuando nos llegó el Coronavirus ya estábamos trabajando en mejorar el sistema de salud pública. Al día de hoy contamos con seis mil 425 camas de terapia intensiva con sus respectivos ventiladores y con el personal de enfermería y médicos especializados”.

El Gobierno de la 4T encabezada por Andrés Manuel, está impulsando junto al pueblo la transformación radical, profunda y pacífica en lo económico, político y social con el fin de acabar con la desigualdad lacerante que tanto ha dañado nuestro pueblo, promover el bienestar integral de la población y hacer a un lado el modelo de crecimiento neoliberal que solo mide el desarrollo del gran capital.

Sí hay plan de rescate. Es un rescate del pueblo de México y de los que más lo necesitan y no uno de quienes querían un nuevo saqueo de las finanzas públicas, un nuevo Fobaproa.