Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Con la promesa de desarrollo, Zacatecas obtuvo de Grupo Modelo contaminación, tierras infértiles, simulación de apoyo social y una crisis de agua que mantiene a las autoridades en jaque, ante los reclamos cada vez más airados de la población. A más de dos décadas de que se inaugurara la que sería “la planta cervecera más grande del mundo”, en Calera, las quejas se acrecientan por el costo que tiene para el estado mantener el título de “capital mundial de la cerveza”. Además de la escasez de agua que merma la producción del agro, los desechos de la trasnacional impactan en el subsuelo, con lo que se daña la capa arable contaminando la tierra.

En la población de Calera, el Grupo Modelo acapara gran parte del agua que podría aprovecharse para consumo humano y diariamente el líquido escasea y solo es posible acceder al agua a determinadas horas y días de la semana, mientras que el suministro de agua a la cervecera ni por equivocación es interrumpido. “En México y el mundo la cerveza es Corona”, dice el slogan de la famosa bebida. Para que 180 países beban los productos del grupo Modelo, desde Estados Unidos, Alemania, Australia, Azerbayán pasando por Egipto, Sudáfrica, Australia, Grecia y Argentina, miles de personas de los municipios de Fresnillo y Calera enfrentan desabasto de agua.

Grupo Modelo y Constellation Brands enfrentan el descontento de habitantes de Zacatecas, Baja California y Coahuila, debido a que sus plantas de producción dejan sin agua a las comunidades que les rodean y contaminan los afluentes naturales.  Las cerveceras están «secando» a muchas entidades de México, al quitarles este líquido y usarlo para fabricar su cerveza. Inclusive, la gente protesta cada día porque mueren de sed, y sus animales se secan en el suelo, literalmente.

Para hacer un litro de cerveza, estas compañías utilizan siete de agua, por esa razón los pobladores están preocupados, ya que de no establecerse a corto plazo un ordenamiento que controle la extracción de agua subterránea en la totalidad de la superficie de los acuíferos, ésta podría acabarse sin la capacidad de renovación natural. Al mundo le gusta la cerveza de México, pero a las cerveceras beberse el agua de los mexicanos. El agua del norte de México se ha convertido en producto barato para las compañías trasnacionales cerveceras. Lo mismo en Baja California, que, en Sonora, Zacatecas o Coahuila, explotan agua barata para exportarla a Estados Unidos.

A poco más de un año de protestas y de resistencia social, este 21 de marzo los resultados se dieron. La cancelación de la planta se dio después de una consulta ciudadana organizada por la Secretaría de Gobernación, con urnas, boletas y bastante participación. Para el Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, resulta esencial que la sociedad se involucre en los asuntos públicos. A las anteriores autoridades federales, estatales y municipales les daba lo mismo que sus comunidades se murieran de sed antes que molestar a las empresas cerveceras. La disputa de Mexicali se enfocaba en decidir si el agua limitada del valle debe ser usada para consumo humano y agrícola o para preparar cerveza para la exportación a los Estados Unidos. La respuesta la tuvo la gente.

Email:[email protected]