Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Con documentos en mano, el diputado federal Alejandro Domínguez, comprobó que María Eugenia Campos Galván, actual presidenta municipal de Chihuahua, sí recibió dinero por parte del exgobernador César Duarte Jáquez cuando ella era diputada local. Domínguez dijo que los documentos mostrados se los hicieron llegar bajo un esquema de anonimato en sobre cerrado, el contenido son recibos firmados por parte de Maru Campos, mismos que acreditan haber recibido dinero del anterior Gobierno del estado de Chihuahua. El Diputado solicitó a un profesional en grafoscopía para que determinara la autenticidad o falsedad de las firmas y resultó que a Maru “si la besó el diablo”. No es chisme o chirinola, está mujer que ya se sentía candidata del PAN a la gubernatura en el próximo 2022, fue desenmascarada a raíz de la detención del Gobernador más corrupto en la historia de Chihuahua.

La nómina secreta que creó César Duarte para comprar el silencio respecto de sus actos de corrupción, embarró a muchos destacados panistas, morenistas y perredistas, que al igual que la alcaldesa panista de Chihuahua, María Eugenia Campos, hasta “jefe” le decían. Era una especie de “caja chica” que Duarte utilizaba para controlar procesos electorales incluyendo partidos y actores políticos, como es el caso de Maru, que con el dinero que recibió, financió su campaña a la presidencia municipal. Durante el último año, la vendida alcaldesa de Chihuahua ha gritado a los cuatro vientos que será la próxima gobernadora de su estado; para ello ha contratado empresas encuestadoras que le hacen el caldo gordo publicando que es la Presidenta municipal mejor evaluada el país. En estas encuestas, que por cierto cuestan una millonada que sale del dinero de los chihuahuenses o sea del erario público al igual como lo hacía César Duarte, la corrompida Alcaldesa pidipo a la empresa no agregar el nombre de aspirantes de otros partidos que también desean convertirse en candidatos a la gubernatura; de manera que perversamente está vendida mujer ha pretendido hacerle creer a los chihuahuenses que ella será la futura gobernadora, pero si antes estaba difícil ahora resulta imposible, pues junto con sus compañeros panistas “ya la besó el diablo”.

María Eugenia Campos tiene un año que no se reúne con el gobernador Javier Corral y eso que ambos llegaron a sus cargos por el PAN y es que con el dinero que recibía o tal vez siga recibiendo de Cesar Duarte, la alcaldesa Maru patrocina muchos de los detractores del Gobernador. Hace poco, una regidora de nombre Mónica Borruel, dio a conocer una página que Maru paga para atacar al Gobernador del estado. La esencia de los vecinos del norte es que son gente buena, honesta y trabajadora y además noble y leal como dice el corrido que compuso el duranguense Pedro de Lille. El coraje y la persistencia del Gobernador han rendido frutos, el saqueo de Duarte debe ser castigado y también sus cómplices. Uno de los legados que dejará Javier Corral, por cierto uno de los mejores gobernadores del país, es que los chihuahuenses no permitirán nunca más que el fantasma de la corrupción regrese a su estado, para ello hay que impedir que personajes como Maru Campos siquiera piensen en que pueden llegar más lejos, mejor volteen pa’ Parral, ahí se hacen las cosas de manera diferente.

Email:[email protected]