Por: Emmanuel Salazar

Autoridades federales revelaron que el 30 de mayo concluirá el aislamiento impuesto por la pandemia del COVID-19, aunque será a finales de junio cuando quede superada los efectos de la enfermedad que impacta en mayores áreas con mayor densidad de población.

En el caso de Durango, el miércoles el reporte federal contabilizó 16 casos positivos de Coronavirus, cifra que en la mañana de este jueves ratificó el gobernador, José Aispuro Torres, por lo que de esos casos cuatro han fallecido, y de esa manera Durango se coloca en los últimos lugares en el país con la afectación de la enfermedad.

Aunque se antoja lejano el 30 de mayo, al menos se tiene cierta certidumbre de que llegará el día, pero antes se deberá pasar el difícil trance de la crisis del número de casos estimado del 8 al 10 de mayo, justo cuando se encuentre en su fase más alta la incidencia, todo según la proyección del Gobierno federal. El problema ahora, más que nunca, es pensar y aplicar medidas para evitar la destrucción sobre todo de la micro y pequeñas empresas, las reales generadoras del empleo en la entidad.

Aunque el Gobierno Federal señaló que existen poco más de 920 municipios del país con baja incidencia, y ellos pueden regresar a retomar actividades el 15 de mayo, en Durango, el Secretario General de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones ya dejó en claro que, para evitar riesgos los 39 municipio, habrán de aplicar el aislamiento hasta fines de ese mes. Independientemente de estas proyecciones, antes la sociedad duranguense deberá mentalizarse para cumplir de la mejor forma posible con el aislamiento para evitar que se pueda presentar algún brote que haga escalar la estadística existente hasta ahora.

Lo más deseable es lograr que la entidad no sufra el impacto en la salud, pues mientras haya vida, siempre habrá esperanza de poder salir adelante de la problemática económica que se venga tras la paralización económica provocada por el COVID-19.

Hasta ahora, al Gobierno Federal le ha resultado el esquema que ha desarrollado en donde a diferencia de otros países hay pocas pruebas, y se genera quizá menos pánico sobre el contagio, al menos es la percepción que se puede tener de lo que se ha vivido hasta ahora.

Ojalá por el bien del país y de Durango, las cifras no escalen como ha ocurrido en Estados Unidos y Europa, porque simplemente nuestra capacidad de atención es limitada.

Comentarios: @jemmanuelsr