Nacho el incansable
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
En la ciudad, en el estado, en el país y en todo el mundo, aparecen individuos que de repente y casi de la nada se convierten en seudo políticos y hasta en candidatos. Los únicos méritos que tuvieron la gran mayoría de estos especímenes, es haberle cargado el maletín a su jefe o cuando mucho haber sido líderes estudiantiles de la prepa o escuela profesional donde estudiaron… bueno donde asistieron a clases. Son de los llamados líderes de trienio o sexenio, porque crecen a la sombra de quien ostenta el poder durante tres o seis años. Cuando él que los cobijó termina su periodo, la poca estrella que tenían los lidercillos improvisados hechos al vapor, simple y sencillamente deja de brillar.
Desde luego que existen contadas excreciones, pero igualmente su extinción es cosa de tiempo, pues no tiene bagaje para absolutamente nada que trascienda. Desde que fue candidato a diputado por la vía independiente, el licenciado Ignacio Aguado no ha dejado de trabajar en proyectos personales y partidistas pensados en ayudar a los demás. A Nacho Aguado no se le puede encasillar solamente en un partido político o cercano a tal o cual personaje, porque su vocación es servir desde donde sea necesario. Por eso a los que vivimos en Durango, ya no se nos hace extraño ver al joven político siempre activo e incansable. Pero no como un rebelde sin causa declarando tonterías o frivolidades, sino aportando, ya sea con afirmaciones sensatas o bien trabajando en benéfico de los demás. Ser un gestor incansable de acciones en beneficios de la comunidad donde se vive no cualquiera lo puede hacer, para ello se requiere la sensibilidad de duranguenses como el ingeniero Francisco Salazar Mendia, Cristian Salazar y Nacho Aguado, que en días recientes unieron esfuerzos para repartir paquetes alimentarios a cientos de familias de la ciudad de Durango.
Da gusto enterarse que tres seres humanos no escatimaron esfuerzos ni dinero para moverse como hormiguitas llevando de muy buena voluntad una ayuda a muchas familias que realmente lo necesitaban. “Unos tienen posibilidad y sobre todo la voluntad de aportar, de dar. A unos nos toca ser el distribuidor y el dador. Es muy satisfactorio también ser parte de esto. Riesgoso ahorita por el Coronavirus, pero teniendo el cuidado posible, no nos rajamos.
“La gente necesita. Hoy más que nunca”, señaló Aguado Hernández cuando se le preguntó el porqué de estas acciones. En su corta pero fructífera trayectoria, los duranguenses nos hemos dado cuenta que él es de los que piensan que hay que trabajar en unidad, sociedad y Gobierno, sin importar siglas o colores partidistas, para encontrar esos sentimientos de concordia y pacificación, en donde las coincidencias prevalezcan sobre las diferencias, ya que solamente así se logra alcanzar el desarrollo social que tanto anhelan la sociedad.
Nacho Aguado se ha convertido en un incansable gestor, la gente le reconoce su calidad humana y sencillez. Es de los pocos políticos en Durango en los que todavía se puede creer. Algunos han dicho que es el político del mañana, pero se equivocan, Nacho es el político del presente, porque los llamados políticos del mañana nos tienen atorados en el pasado. Gestionar más y mejores beneficios para su comunidad es un deber de cualquier Gobierno, eso ya lo sabemos, además es su obligación, por eso es llamar la atención lo que hacen Francisco Salazar, Cristian Salazar y Nacho Aguado, que, a diferencia de muchos otros, se ha ganado una buena fama de trabajador y gestor incansable.
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