Por: Fhernanda Simental L.

El primer año de Andrés Manuel López Obrador no ha sido lo que muchos de sus seguidores esperaban y ni siquiera ha alcanzado lo que hace un año algunas proyecciones auguraban. La realidad es que, en el ejercicio del poder por la “Cuarta Transformación”, no hay mucha diferencia de sus antecesores y la decepción se percibe más grande por la alta expectativa que generó.

Es tradición que los informes presidenciales sean una oportunidad para que los mandatarios puedan dar su visión de la vida nacional y exponer sus prioridades políticas, así como darnos un atisbo de lo que tanto ellos como sus equipos consideran como logros, además de justificar sus acciones al ejercer el poder.

En este primer informe de Gobierno ante el Congreso de la Unión y «tercer informe de Gobierno al pueblo de México» (como la Oficina de Presidencia lo difundió), las cifras dadas deben alzar más de una ceja, pues hay 137 afirmaciones que no se pueden comprobar.

Y es que, no por mucho que las haya afirmado y reiterado el Presidente en sus mañaneras estas se volverán realidad. De acuerdo con la información que dio a conocer Luis Estrada Straffon, director general de SPIN-TCP, sorprende que Andrés Manuel López Obrador haga frases sin comprobar, pues en promedio ha hecho 34 declaraciones sin verificar por conferencia mañanera.

En lo que corresponde al informe, fueron al menos 123 afirmaciones y promesas que hizo el Presidente en 90 minutos, las cuales no se pueden comprobar o sustentar, esto es, más de una declaración sin comprobar por minuto.

La herramienta preferida del Presidente son las referencias al pasado, dando anécdotas como si fueran hechos, sin nada que lo pruebe, recurriendo a frases como “creo”, “yo me acuerdo”, “antes”, “me parece”, “imaginen”, como si los hechos se crearan a partir de actos de fe, afirmaciones poco cuestionadas en las “mañaneras”, ¿por qué?, bueno, como expone Luis Estrada, la mayoría de las preguntas formuladas son fáciles y vienen sobre todo de la primera fila, de donde se hace al menos el 60 por ciento de los cuestionamientos, luego está la segunda fila que hace el 24 por ciento de las preguntas y el 16 por ciento la tercera y cuarta fila.

Este mismo estudio revela que los medios digitales hacen el 40 por ciento de las preguntas, 30 por ciento los periódicos, 20 por ciento la radio y 10 por ciento la televisión. Los medios digitales que en promedio hacen cuatro preguntas por sesión son: “Ni un corrupto más en Gobierno”, “El Nopal Times”, “Charro político”, “Campechaneando y cocinando la noticia” y “Víctor Blogs”, mientras que medios internacionales de renombre como el Financial Times, Washington Post, Al-Jazeera apenas pueden lograr una pregunta… y de vez en cuando.

Al final, el país no camina como debiera; México se convirtió en la policía fronteriza de Trump, la crisis del sector salud pasó de soslayo y se pasó por alto el escenario catastrófico que se vive aún, aunado al crecimiento en ceros, empero, esto no frena el optimismo del Presidente que ufano lanzó la afirmación de que un país sin crecimiento se puede desarrollar.

Dice un viejo y sabio proverbio que el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones, y al Presidente ya lo está rebasando la realidad. La inexactitud de sus datos sólo es un síntoma que ya le explotó primero al reconocer que las consultas que han realizado “se han llevado a cabo sin el fundamento legal necesario” y luego en su gira por hospitales rurales en Tamaulipas, que ante los reclamos de médicos y enfermeras tuvo que reconocer que hay desabasto de medicamento.

Ningún bien nos hace aplaudir al Presidente alentando su evasión a la realidad, pero deseamos que le vaya bien, porque en esa medida le va bien al país que dubitativo observa ya el Paquete Económico 2020.

Twitter: @Fher_Turkita