Por: Fhernanda Simental L.

Aunque mucho se asegura que Durango no quedará desprotegido con la desaparición de la delegación de la Procuraduría de Protección al Consumidor (Profeco), lo cierto es que se deja en la incertidumbre a una ciudadanía que constantemente sufre atropellos en sus derechos como consumidores.

Desde que en 1976 se promulgó la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) y surgió Profeco como la institución encargada de defender a los consumidores, esta institución trajo a los mexicanos esa sensación de que ya no serían abusados tan constantemente en sus bolsillos, y que, de cierta forma, se les reconocería su figura de consumidor, por tanto, también sus derechos… y de cierta forma así sucedió, sin embargo la Profeco no ha sido constante ni consistente en su actuar, pues dependiendo del sexenio, trabaja en mayor o menor medida, esto a pesar que su Ley ha sido ajustada en 1994 y luego en 2004, para darle más facultades.

Lamentablemente, México en general cuenta con una débil cultura de la denuncia debido a la falta de reacción y atención  de los funcionarios, en todos los sectores y en todas las estructuras, por ello es hasta cierto punto entendible que el ciudadano no confíe en que se dará seguimiento a su queja, pues entra en una suerte de rueda de la fortuna en la que le podrían hacer caso o no y le pueden dar respuesta… o no.

La Senadora Margarita Valdez comentó el lunes que ella buscará que la Profeco no se vaya de Durango, que no quiten al delegado, pero es el senador por Movimiento Ciudadano, Juan Quiñonez quien puso los puntos sobre las íes: “La existencia de un organismo debe ser acorde a su eficiencia”, por lo tanto, dijo, no sólo se debe hablar de la permanencia de una delegación, sino que mejore su función como procuraduría.

Es cierta la necesaria existencia de un organismo vigilante y sancionador de productos y servicios, pero debe tomarse en cuenta el porcentaje que presenta sobre quejas resueltas y qué tipo de sanciones se han interpuesto, porque esta es una realidad: Entre más moderado el castigo más alta la reincidencia.

Por ejemplo, este lunes Profeco dio a conocer en su conocida sección: «Quién es Quién en los precios», dentro de «La Mañanera», el costo de los combustibles del 13 al 19 de julio, y nos informaron que de nueva cuenta Chevron, Redco y Arco tuvieron los precios más elevados a nivel nacional, pero, ¿los van a sancionar?, ¿les van a hacer algo?

Y cuando veíamos un desalentador panorama, nos sorprendió la sanción que interpuso Profeco contra aerolíneas nacionales como Aeromexico, Volaris, Interjet, Aerobús y Aeromar, multadas por siete millones 580 mil pesos luego que Profeco recibió mil 677 quejas (se me hacen pocas), por cancelaciones, demora, retrasos de vuelos, cobros o cargos indebidos y pérdida o deterioro de equipaje.

Como ciudadanos debemos exigir excelencia en el servicio de las instituciones, pues una de las justificaciones para reducir la burocracia federal también ha sido la agilidad en los procesos y resultados. Si la última reforma que tuvo la Ley Federal de Protección al Consumidor fue en 2004, vale la pena revisarla nuevamente y ajustarla a las exigencias de esta nueva sociedad de consumo.

Dato al margen

Dentro de los datos que da a conocer Profeco este lunes: En el precio del Gas LP, el más alto se encontró en Chihuahua con 10.98 pesos por litro y en el caso de la venta por cilindro, en Durango se encontró el precio más alto con 19.89 pesos por kilo.

Twitter: @Fher_Turkita