NOVENO CÍRCULO… La rebelión de las faldas y la falta de educación sobre tolerancia
09/06/2019 - Hace 5 años en MéxicoNOVENO CÍRCULO… La rebelión de las faldas y la falta de educación sobre tolerancia
Por: Fhernanda Simental L.
“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio!”
Albert Eistein
No entendieron que no entendieron. Luego de que el pasado lunes la Secretaría de Educación Pública (SEP) presentó el “uniforme neutro”, con el fin de propiciar la igualdad y la equidad de género, iniciativa que empezaría a partir de esa presentación y con la invitación a los estados para que se replique en cada una de las escuelas públicas y privadas del país, la controversia no se hizo esperar y voces indignadas se alzaron a diestra y siniestra, sobre todo en las redes sociales, pues lo único que escucharon fue: “Los niños podrían usar falda”, aunque nunca escucharon el: SI QUIEREN.
Las voces indignadas y los memes no se hicieron esperar; miles y miles de fotos recorrieron las “benditas redes sociales” mofándose de la iniciativa, mostrando niños de escuela con falda, funcionarios con falda, maestros con faldas, y la «4ta transformación», en un ataque de pánico, trató de recomponer su mensaje. Tuvo que salir Esteban Moctezuma Barragán, titular de la dependencia federal, a decir que la iniciativa “solamente estaba dirigida para las niñas y que la posibilidad de ver niños en falda ni siquiera estaba contemplada…” ¡era obvio!, ¡obviamente era una iniciativa solo para las niñas!
Si Usted, amable lector que me hace el favor de tomarse un momento y leer estas líneas, pertenece al género femenino, sabrá muy bien que cuando éramos niñas era imposible, en la compañía de amigos varones, colgarnos de los árboles, jugar con las barras, correr libremente (a menos que trajéramos las famosas “lycras” o un short debajo de la falda); recordarán también que por el uniforme, teníamos que cuidarnos de que los niños no nos alzaran maliciosamente la falda, así como de los que se sentaban debajo de las escaleras o se ponían un espejo en el zapato para ver nuestra ropa interior… pues eso, con esta iniciativa, se acabaría, las niñas podrían usar pantalón para jugar libremente y no tener frío cuando llueve o es época invernal.
El objetivo del uniforme neutro es obvio, pero parece que nadie entendió que el que un niño usara falda era una situación remota y en ningún momento obligatoria. Preocupante fue escuchar repetidamente la frase: “Les van a hacer bullying”. Qué preocupante que a nadie se le ocurra enseñar tolerancia y respeto hacia el otro; preocupa que en una sociedad preponderantemente católica no se aplique el “ama a tu prójimo como a ti mismo”; qué preocupante que hasta pareciera que, en caso de que a algún niño se le ocurra llevar falda y sufra bullying y/o sea golpeado, nadie lo defienda porque: “Él se lo buscó”.
Tenemos que pensar qué tipo de sociedad somos y en cual nos estamos convirtiendo, pero pensémoslo muy bien porque cuando suframos alguna discriminación por nuestra educación, género, color de piel, preferencia sexual, trabajo, posición económica, gusto musical y hasta signo zodiacal, no podremos defendernos pues nosotros lo propiciamos.
Dejo a ustedes como reflexión lo dicho por Alexandra Haas, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred): Los prejuicios, estereotipos y estigmas tienen como resultado la reproducción de prácticas que justifican las relaciones desiguales de poder entre diferentes grupos sociales y niegan el acceso a derechos; es ahí donde comienza la discriminación.
Twitter: @Fher_Turkita