NOVENO CÍRCULO… La violencia de género, una realidad que ya no puede ser maquillada
21/08/2019 - Hace 5 años en MéxicoNOVENO CÍRCULO… La violencia de género, una realidad que ya no puede ser maquillada
Por: Fhernanda Simental L.
Cuántas veces hemos visto cómo entre parejas (sobre todo jóvenes) se llevan pesado y se normalizan esos “golpes cariñosos”, que justifican como “muestras de amor” y que poco a poco van subiendo de tono y ya no es el golpe en el brazo, ni el aventón pícaro, sino es la palabra altisonante, la humillación pública, luego el puño en la cara, la patada en el vientre, la mordida en el brazo, el jalón de cabello, la bofetada artera, el manazo en la espalda, el ahorcamiento sofocante, el ácido en la cara… y el asesinato “sin querer”.
Normalizar la violencia contra las mujeres ha derivado en que aquellas que han sido fuertemente violentadas no se atrevan a denunciar, pues saben que la autoridad poco o nada de caso harán a su queja y en el camino serán humilladas, sobajadas, re victimizadas, tratadas como si ellas fueran las que se buscaron ser tratadas de esa manera y serán investigadas como si ellas fueran las criminales.
¿Por qué la rabia de las mujeres? El que quiera ver, que vea: En 2018 fueron 879 las víctimas de feminicidio en México, esto es 73 mujeres asesinadas cada mes por el solo hecho de ser mujeres, lo que implica un aumento del 18.5 por ciento comparado con el 2017; de esta cifra se desprende que 86 eran niñas y adolescentes, lo que significa un incremento del 39 por ciento en relación al 2017, cuando se registraron 62 casos, cifras de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública. Este año es aterrador, pues en lo que va de este 2019 ya se han registrado 448 feminicidio, lo que significa un promedio de 74 casos al mes, uno más que el 2018.
Todas las mujeres deberíamos estar indignadas, de que a pesar de las cifras, las pruebas, la violencia diaria, nadie haga nada; que a pesar de las cifras, se ponga en tela de juicio las denuncias de las mujeres como sucedió en la Ciudad de México, cuando una menor denunció que cuatro policías la violaron, denuncia que fue la tercera en menos de un mes de esta naturaleza; aquí, la “justicia” vulneró los derechos de la joven: Filtraron datos personales de la menor, la Procuraduría filtró a medios de comunicación los videos que obtuvieron de cámaras de vigilancia privadas para de esta manera, limpiar el nombre de los policías y que la opinión pública dudara de la víctima.
Este caso, detonante de las protestas feministas, no es ajeno a lo que sucede en Durango. En menos de 24 horas fueron asesinadas en el municipio de Guadalupe Victoria dos menores de edad, y tal como sucedió en el caso de la Ciudad de México, aquí también la autoridad se contradice y justifica, negándose a reconocer estos hechos como feminicidio, quizás en un afán de maquillar las cifras estatales, porque lamentablemente para muchos, aún son más importantes las apariencias que la vida.
Reconocer un problema es el primer paso para solucionarlo, por lo que mientras pierden tiempo ocultando lo que a todas vistas es evidente, mujeres y niñas siguen siendo violentadas ante un actuar tibio e indiferente de la autoridad que al parecer tienen otros temas en la agenda, que poco o nada tiene que ver con la violencia de género, pues a pesar que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), ya había emitido una declaratoria de Alerta de Género contra las mujeres para 16 municipios de Durango, entre los que figuraba Guadalupe Victoria, los hechos sobrepasaron los discursos.
Ya no es necesario sino urgente que las autoridades dejen de jugar a la papa caliente y tomen con seriedad y responsabilidad la violencia contra las mujeres, pues aún deben de trabajar sobre las recomendaciones de la Conavim para Durango, Gómez Palacio, Lerdo, Mezquital, Pueblo Nuevo, Poanas, Tamazula, Canatlán, Simón Bolívar, Mapimí, Nombre de Dios, Rodeo, Tlahualilo, Vicente Guerrero, Santiago Papasquiaro, y por supuesto, Guadalupe Víctoria.
Twitter: @Fher_Turkita