Por: Fhernanda Simental L.                

En las próximas elecciones intermedias de junio, es muy probable que algunos partidos políticos no alcancen los votos requeridos y pierdan su registro, como ya lo proyectan analistas y encuestadores, al menos a los nuevos: el PES, Redes Sociales Progresistas y Fuerza Social por México, quienes necesitan el mínimo de tres por ciento de la votación para salvar el cuello.

Tanto Partido Encuentro Solidario antes Encuentro Social (PES), como Redes Sociales Progresistas, ligado a la exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo y Fuerza Social por México del sindicalista Pedro Haces, tendrán que buscar por todos los medios alcanzar los votos de cuota, los que sin duda saldrán del nicho de Morena, que si bien no se verán afectados pues al final todo quedará entre amigos, sí dispersará la fuerza del Movimiento de Regeneración.

Por eso, desde Palacio Nacional se ideó una manera efectiva y eficiente de quitarle votos a la alianza “Va por México” y echó mano de su aliado de clóset, Movimiento Ciudadano, quienes al rechazar ir en alianza y tratando de seducir al electorado a fin de Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, su verdadera intención es ser esquiroles en esta elección, pues aunque los números los pongan en crecimiento, mucho de ello tuvo que ver las alianzas que hizo con el PAN en el 2018, no por méritos propios.

De los partidos “morralla”, es sin duda Movimiento Ciudadano el que mejor se ha sabido vender. Encontraron que la manera más fácil de negociar con el poder es ponerse en un lugar que les permita moverse por todo el tablero político y mantener de cierta forma un perfil bajo que les permita mantener sus negociaciones discretas, tanto a nivel nacional con Morena, como en cada estado con los partidos que ahí gobiernen.

Sin embargo, esta riesgosa apuesta y este rechazo a la alianza no solo hizo levantar más de una ceja dentro de los partidos aliancistas, sino también entre un electorado que con cada contienda crece en conocimiento democrático y al que ya no es tan fácil de engañar, por lo que este movimiento les ha sido desfavorable en todos sentidos, tanto así que en un comentario de Jorge Buendía, director de Buendía & Laredo, expresó que no solo dos partidos perderán su registro en esta contienda, sino que es muy probable que tanto Movimiento Ciudadano como el Verde Ecologista también lleguen al punto de no retorno.

Esta condena a muerte de los partidos, no es mera especulación, sino que, por el contrario, está matemáticamente estudiado, pues no hay puntos ni votos suficientes para los diez partidos, por esto ya tienen un pie en el cadalso.

Ahora bien, en el contexto local, lo que respecta a Movimiento Ciudadano, se percibe como un obvio paso al vacío. Con el 85 por ciento de sus perfiles emanados del Revolucionario Institucional y de trayectoria gastada, caminarán con una falsa bandera de innovación y “nuevos perfiles”, pues muchos de ellos ya habían mostrado su desempeño desde las filas tricolores, donde su falta de trabajo, transparencia y mediocridad política, los coloca hoy en el lugar en donde se encuentran.

Reducidos a esquiroles de la 4T, el partido naranja tiene como única plataforma política la canción de Yawi y su estrafalaria mercadotecnia que poco ha conectado con el electorado duranguense, evidenciando que ni siquiera han hecho un estudio sobre cuál es su nicho de oportunidad y mucho menos han ideado una estrategia efectiva para recolectar el voto.

Ante esto y al no contar en esta contienda con la fuerza del que alguna vez lideró los destinos naranjas, tener una mediocre representación en el Ayuntamiento capitalino, desbandadas de militantes, escándalos sexuales de candidatos nacionales y apostarle a lo que se les mandata desde la colonia Obrera, es altamente probable que este año se le diga adiós a la franquicia en Durango.

Twitter: @Fher_Turkita