NOVENO CÍRCULO… PRI y PAN, el amasiato ¿Imposible?
23/09/2020 - Hace 4 años en MéxicoNOVENO CÍRCULO… PRI y PAN, el amasiato ¿Imposible?
Por: Fhernanda Simental L.
Tanto el Partido Revolucionario Institucional como Acción Nacional, se gestan dentro de lo que fue la guerra civil nacional, mejor conocida como Revolución Mexicana. Mientras el PRI se apropió absolutamente de todo lo que la gesta significó, monopolizando el concepto revolucionario, el PAN nació de hombres emanados de los gobiernos revolucionarios, todos ellos exfuncionarios que habían ocupado cargos relevantes en las administraciones de Porfirio Díaz y Plutarco Elías Calles, siendo su principal motivo de agrupación, la exigencia legítima del cumplimiento de los postulados de la Revolución Mexicana y lo contenido en la Constitución de 1917.
Dado lo anterior, tenemos dos vertientes: La del PRI que se anunció como los legítimos herederos de la lucha revolucionaria y el PAN, quienes consideraron que se había defraudado a la ciudadanía al no cumplirse lo que había prometido la Revolución Mexicana, por lo que los gobiernos emanados de esta lucha, estaban quedándole a deber al país, naciendo así la primera oposición de ideas en un México que se reconstruía de la lucha fratricida para dar paso a la democracia y modernidad.
Es por ello, que de acuerdo a lo anterior, la aseveración triunfalista que le encanta hacer a los priistas sobre el hecho de que todos los partidos son emanados de ellos es una falacia, pues el PAN fue una consecuencia lógica dentro de un momento histórico determinado.
Sin embargo, en el México de hoy, nos encontramos con la sorpresa de que (al menos en Durango), han anunciado PAN y PRI que irán juntos en la próxima contienda electoral del 2021… ¿Es enserio? Si cuando el PAN se alió con el PRD, el mismo PRI hablaba de una “incongruencia”, no sé como se le llamaría a la unidad PRI-PAN ¿Aberración?
La desesperación que sienten varios partidos por destruir la aplanadora morenista está llegando a tal grado dejan de lado principios, doctrina y valores para un bien ¿Mayor? La sola formulación de una amasiato formal y oficial entre estos históricos antagónicos es a todas vistas una incongruencia que pone el último un clavo al ataúd de estos dos partidos.
En su libro, “La congruencia histórica del Partido Acción Nacional”, de Juan José Rodríguez Prats, habla precisamente de esta incongruencia: “Empieza a surgir en el PAN una tendencia preocupante: Consiste en que algunos de sus militantes se empiezan a deslumbrar simplemente por obtener triunfos electorales, olvidando compromisos doctrinales y se van por la tarea fácil de ceder a ciertas corrientes populistas. Lo anterior conduce, muchas veces con el propósito de ganar votos, a la adopción de medidas populistas, al comprometerse a hacer cosas que no son posibles, ya sea por limitaciones reales o por principios éticos; o bien, a no hacer desde el Gobierno algunas políticas que corresponden a compromisos doctrinales del PAN, porque pudieran disminuir posibilidades de triunfo electoral”.
Así pues, de las proféticas palabras de Don Luis H. Álvarez: “Si no nos derrotó la derrota, que no nos derrote la victoria”; la dirigencia actual de Acción Nacional no ve su entorno, y ensimismados por compromisos y fatua fama, se están dejando llevar por el canto de unas caducas sirenas tricolores que, para este momento, lo único que buscan es ya, salvar su registro como partido (¡Quién lo hubiera pensado!).
La vocación del PAN desde su nacimiento mismo, es pues ser contrapeso del poder hegemónico, pero más allá, y de acuerdo con su carta de principios, su interés siempre debe ir a la par del interés de la patria, por ello aliarse con su enemigo natural, es naturalmente uno de los más grandes errores que cometerá, como lo ha sido ya el integrar a sus filas a priistas empanizados que en los engañan si bien no de forma, si de fondo, lo que ha provocado en el actual electorado una obvia decepción y que la misma ciudadanía diga: “Son los mismos de siempre”, porque al otorgarles en la urna el triunfo, el pueblo lamentablemente ve, como los que antes eran tricolores hoy se disfrazan de azul, pues al final, los priistas son expertos en la simulación, en la manipulación de símbolos para adormecer la conciencia ciudadana, refugiándose en el nacionalismo y “el bien superior”.
Twitter: @Fher_Turkita