NOVENO CÍRCULO… Réquiem por el turismo mexicano
Por: Fhernanda Simental L.
El turismo nacional recibe a mitad de año y apenas a seis meses del inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, un duro golpe para su estabilidad, pues esta semana en el Senado de la República se aprobó la minuta enviada por la Cámara de Diputados donde se desincorporó y liquidó al Consejo de Promoción Turística de México, cuya extinción resentirán los estados menos competitivos del país.
Si alguien aún duda de la importancia a la promoción turística, recordemos algunas cifras: Durante 2016, el turismo en México aportó 8.7 de cada 100 pesos producidos por la economía nacional; de igual manera, en el 2017, la actividad turística en México contribuyó con 8.7 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) del total de la economía, y generó 2.3 millones de puestos de trabajo, que representan el 5.9 por ciento del total nacional.
Vale la pena mencionar que en 2017 la actividad turística no generó más empleos ni aumentó su contribución al PIB nacional, pese a que México se ubicó como el sexto país más visitado ese año, el consumo de los extranjeros tuvo un desplome de más de 20 puntos porcentuales y el turismo nacional confirmó su importancia dentro de esta actividad económica, pues el gasto que realizaron los compatriotas que decidieron gastar su dinero en México significaron ocho de cada 10 pesos generados, por lo que el consumo interno tuvo una variación al alza de 1.8 por ciento, si lo comparamos con 2016 que fue de 0.7 por ciento.
Para 2018, México inició su desaceleración turística, pues al cuarto trimestre de ese año, el PIB turístico apenas creció 1.3 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, el aumento anual más bajo en cinco trimestres. En tanto, el consumo interno (los viajeros nacionales), tuvieron un alza de 0.9 por ciento.
Hasta abril de este año, el reporte reflejó que a pesar del flujo de visitantes que son un total de nueve millones 41 mil 840, México tuvo una caída de 2.9 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, y mientras los turistas gastaron dos mil 524 millones de dólares durante el tercer mes del año, lo que significó un incremento del 6.7 en comparación con el año anterior, los mexicanos viajeros sumaron siete millones 135 mil 607 pesos, es decir 8.2 por ciento menos que en marzo del 2018.
A pesar de la variabilidad de las cifras, la trascendencia, influencia y relevancia de la llamada industria sin chimeneas sobre la economía nacional es indiscutible, por ello es inconcebible, inaudito, terrorífico que de un plumazo se haya borrado al Consejo de Promoción Turística (CPTM), bajo el frívolo argumento de que “otros organismos” ya hacían esta función. Terrible error y duro golpe para una actividad que genera directa e indirectamente más de 10 millones de empleos, lo que la convierte en la segunda fuente más importante del país, decisión que llega fatalmente en uno de los momentos más delicados dentro de la economía mexicana.
Personalmente, me gusta utilizar una reflexión que aplica en comunicación, marketing y promoción: “Si un árbol cae en medio de un bosque y no hay nadie para escucharlo o verlo, ¿realmente cayó?”. Si tomamos en cuenta que de 2012 al 2016, México pasó del lugar 15 a la octava posición mundial, gracias al trabajo de la CPTM y de la Secretaría de Relaciones Exteriores, hablamos que aunque México es un tesoro turístico inigualable, si no se le promociona y no se presume sus ventajas, será un tesoro escondido y olvidado.
¿Qué pasará entonces con los estados que no tienen la influyente condición de ser un destino de playa y más bien abarca esas otras subdivisiones del mercado turístico, como el cultural, el religioso, el de aventura, el senderismo, montaña, etcétera, etcétera?, ¿Qué pasará con un estado como Durango que no ha llegado al potencial turístico que puede tener si no hay un organismo nacional que le apoye en la promoción y que obligue a las autoridades estatales a no dormirse en sus laureles y chambearle en la creación de infraestructura?
Twitter: @Fher_Turkita